Milagros Pettiti sufre desde su nacimiento dos raras enfermedades: esclerosis tuberosa y mal de Chiari. Luego de diversos estudios y de años de deambular por distintos profesionales, su caso fue derivado al Hospital Garrahan, donde en mayo de 2019 fue operada con éxito.

La operación fue para subsanar el mal de Chiari, una enfermedad caracterizada por el descenso de una parte del cerebelo y en ocasiones de casi su totalidad por el agujero occipital mayor, comprimiendo así el tronco encefálico. Es silenciosa porque no suele presentar ningún síntoma ni ninguna molestia. Pero esta anomalía puede provocar dolores de cabeza y contracturas en el cuello constantes, problemas de equilibrio y otros síntomas como los que Milagros sufrió previo a su detección y también luego.

Sin embargo, sus padres Andrea Gerbaudo y Javier Pettiti, deben continuar atentos a la evolución de la esclerosis tuberosa que todavía padece su nena.

Última consulta

En enero de este año, la familia había viajado a Buenos Aires para un control exhaustivo de la salud de Milagros: “En aquella ocasión le hicieron una resonancia y el resultado fue que la cirugía  estaba en perfectas condiciones. También le realizaron algunas pruebas neurológicas y respondió de buena manera”, contó la mamá.

Por otro lado, la mujer comentó que a su hija le diagnosticaron obesidad grado 1 por lo que le recomendaron una dieta rigurosa. “Sobre la esclerosis tuberosa, la revisaron la piel, el corazón, y no hubo avances de la enfermedad. Es más, gracias a la operación ella que usaba lentes, pudo recuperar la visión y ya no los necesita, esa fue una muy linda noticia”, comentó.

“Tumores en la cabeza tiene dos-agregó-, uno más grande que hay que controlar si crece o cambia de lugar. Ella, en estos meses no ha tenido síntomas, teníamos otro turno de control para mayo y pasó todo esto de la pandemia, así que no sabemos cuándo volveremos a viajar”.

Mientras tanto, Milagros está muy bien de ánimo, no se encuentra medicada y de a poco la familia comenzó con las salidas recreativas, ya en San Francisco, donde la familia se mudó hace unos meses.  

Agradecimiento

Andrea insistió en agradecer a todos los que colaboraron con la peña que se había realizado por Milagros previa a la intervención. “Con lo recaudado nos alcanzó para todos sus estudios antes de viajar, sus elementos de higiene, luego tuvimos que quedarnos 20 días en Buenos Aires y pudimos solventarlo. Estamos muy agradecidos con la gente”, remarcó.