Este sábado 2 de abril se conmemorará el 40º aniversario de la Guerra de Malvinas, conflicto armado entre la Argentina y el Reino Unido desatado en 1982, en el cual se disputó la soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, ubicadas en el Atlántico Sur.

Días antes de esta fecha, Roberto Vergara (58), veterano de guerra, habló acerca de esa experiencia en La Mañana de El Periódico por FM 97.1 y rememoró lo vivido con apenas 18 años. También se refirió a las sensaciones al observar una foto que encontró hace algunos años en donde puede verse con otros soldados en Puerto Argentino, donde leen un diario, y que aun conserva.

Vergara aseguró que esta fecha lo moviliza de una manera especial, más allá de que tanto él como los demás veteranos intentan que el tema siga en agenda todo el año.

"Es entendible, a veces no se da. Uno quisiera que pase el 2 de abril y que Malvinas siga viva todo el año. Por eso esta semana en que nos llaman desde distintas instituciones, tratamos de seguir 'malvinizando'", apuntó.

El veterano de guerra afirmó que al momento de, por ejemplo, pararse para explicarle a los chicos de las escuelas lo que es Malvinas, llegan los nervios: "Antes de arrancar estás nervioso, intranquilo, porque te toca vivir otra vez lo que ya pasaste. Cada uno de los compañeros tiene una experiencia distinta".

El servicio militar

Vergara salió sorteado para realizar el servicio militar a sus 17 años, y un año después, con 18, lo comenzó. Si bien nació en Santiago del Estero, a los cinco años se vino a vivir a San Francisco.

"Me tocó el sorteo 529, con destino todos al sur. Fui a Comodoro Rivadavia. El 31 de enero me llevan al Batallón 141 en Córdoba, y de ahí nos trasladaron en camión hasta el aeropuerto de Córdoba. De ahí, en un Boeing 737 sin asiento, todos amontonados, nos llevaron y nos dejaron en Comodoro Rivadavia. Ahí nos fueron dividiendo", recordó.

Así fue que el 2 de febrero de 1982 llegó a Comodoro Rivadavia a la compañía de comunicación 9, que estaba en el kilómetro 3, cerca de la ciudad. La misma tenía unos 200 soldados.

Ese día empezó el servicio militar obligatorio, pero horas más tarde volvieron a dividirlos y los llevaron a un campo de instrucción, parque Astra, que estaba a 40 kilómetros de Comodoro Rivadavia. "Supuestamente era una instrucción", recordó.

La guerra

Ese 2 de abril de 1982 en que Argentina recupera las islas, los soldados no se enteraron. "Nosotros no sabíamos nada. No teníamos radio, no teníamos ningún medio de comunicación. Nos empezaron a sacar, a algunos para llevar cables, cortar con pinzas, unir, porque era una compañía de comunicaciones. El 6 de abril sacaron 15 soldados de nuestra compañía, entre los que estaba yo, nos pusieron aparte y nos subieron a un camión", rememoró Vergara.

Seguidamente, dijo: "No entendíamos nada. No nos hicieron correr, nos dejaron bañar, nos dieron de comer. Me llamó la atención, pero nadie decía nada. Se hizo de noche y uno dijo 'creo que nos vamos de viaje'. Pensamos 'qué lindo, vamos a conocer'. Pero nos mandaron al cuarto de armas, nos dieron el bolso, abrigos, equipo de radio, FAL. Parecía muy raro porque era mucho armamento, municiones, correaje"

Así fue que se fueron a acostar y a la media hora los levantaron y en camión los llevaron al aeropuerto de Comodoro Rivadavia: "Había como 13 Hércules (aviones de transporte militar) y una impresionante cantidad de soldados, tanques, misiles. Ya entramos a pensar '¿Qué está pasando acá?' Despegó y cuando bajó el clima había cambiado, hacía un poquito más de frío. Cuando íbamos caminando veíamos cosas escritas en inglés. Vino un capitán, nos hizo sentar en el suelo, nos saludó y nos preguntó si sabíamos dónde estábamos. Y ahí nos dijo que estábamos en las Islas Malvinas, que estábamos para defender porque había una guerra con los ingleses, que teníamos que estar bien preparados para defender estas islas. Y pegó la media vuelta y se fue".

Vergara, que recordó que pese a que su familia llamó a Comodoro Rivadavia nadie les dio información sobre su paradero, aseguró haber quedado muy "shockeado". "Nos miramos todos, ¿en guerra? ¿con los ingleses? Cuatro tiros con el FAL había tirado", reflejó.

A la vez, continuó: "Nos miramos todos. Esperamos un rato, ya después nos separaron, había una carpa, nos quedamos con otros soldados, mientras tanto estábamos ahí esperando, ese día quedamos tranquilos. Yo todavía no caía, uno no sabía lo que le esperaba después".

Pese a que no estuvo en combate, lo vivido allí jamás lo olvidará: "Al principio fue todo tranquilo. Como la compañía nuestra era de comunicación, nos llevaban a un lugar cuatro o cinco días, Ganso Verde, Bahía Fox, Darwin, para hacer conexiones, cableados, ayudábamos a los técnicos, nosotros no sabíamos más que llevar cables. Pero después del primer ataque aéreo las cosas cambiaron".

"Uno veía aviones, buques a 2 mil metros y de ahí lanzaban los misiles, habíamos hecho pozos y veíamos. El agua brotaba y nos llegaba hasta las rodillas. Los ingleses atacaban toda la noche para que no durmiéramos y de día teníamos que estar atentos por si éramos atacados, creo que estuvimos dos meses sin bañarnos", manifestó.

Entre otros de los padecimientos, el hambre lidera la lista: "Había comida almacenada en Puerto Argentino, pero cuando empezaron los ataques era muy difícil transportar la la comida. Al principio comíamos cordero, después mate cocido y pedazos de pan, luego teníamos comida envasada. Después empezó a no haber más. Yo fui con 61 kilos y volví con 50".

El regreso

El regreso es algo que nunca olvidará, asegura Vergara. El veterano de guerra sostuvo que llegó al aeropuerto de Córdoba a las 3 de la mañana del 20 de agosto de 1982. En pleno invierno, en mangas cortas, y sin dinero.

"No teníamos plata. Caminamos ocho kilómetros desde el aeropuerto de Comodoro Rivadavia hasta la Terminal, le hablé al de la empresa de colectivos y me dijo que me llevaba. Ya en San Francisco recuerdo que hacía frío, yo venía en mangas cortas. Me senté en unos bancos de la plaza, miré para todos lados pensando 'estoy en casa' y seguí", recordó con nostalgia.

Y siguió: "Cuando llego a mi casa, miro por la ventana y lo veo a mi viejo que pasa con un plato y se va a la cocina. La veo a mi hermana que salió y se volvió la pieza. Golpeo la puerta. Abre mi hermana, la mayor, pega el grito, y mi viejo sale y se le cae el plato de comida. Esa emoción  de llegar a casa fue tan linda, doy gracias a Dios porque otros compañeros no pudieron".

Una foto especial

En varios momentos del año, Vergara busca y mira detenidamente una foto muy especial: la imagen, que probablemente registró un corresponsal de guerra, que lo muestra en puerto argentino junto a otros soldados, leyendo los diarios de la época.

"Hace dos años, para un 2 de abril, encontré esa foto. Estábamos nosotros, estaba yo, me encontré. Fueron lágrimas de emoción", apuntó.

Sobre quién pudo haber inmortalizado aquel momento, el veterano de guerra recordó que había varios periodistas.

En tanto, sobre lo que piensa al verla, asegura: "No puedo creer que ya pasaron 40 años. Me miro y pienso que con 18 años estaba haciendo el servicio militar y me tocó estar en una guerra. A veces parece mentira. Y doy gracias a Dios por estar presente y poder llegar a los 40. La miro más de una vez y se me caen las lágrimas", cerró.