Desde esta semana, el control de pacientes con Covid-19 que se venía haciendo en la carpa sanitaria instalada fuera del Hospital 'J. B. Iturraspe' comenzará a realizarse dentro del área febril del nosocomio. La decisión obedece a una mejora en la situación sanitaria en San Francisco y el departamento San Justo, lo que hace ya innecesaria la atención en un espacio apartado.

“La carpa prehospitalaria rindió muy buenos frutos, dio buenos resultados y hoy gracias a la situación sanitaria el control de los pacientes Covid se va a seguir desarrollando dentro del área febril del Hospital”, expresó el director del Hospital Iturraspe, Valentín Vicente.

El director agregó: “Afortunadamente la cantidad casos es muy bajo en estos días, por eso la tarea que se desarrollaba en la carpa prácticamente era muy poca y no se justificaba tenerla operativa con la demanda que tiene de personal y costos. Eso se va a seguir desarrollando con las mismas características, pero dentro del área febril del Hospital”.

De todas maneras, desde el Hospital están atentos a un posible brote nuevo con la llegada al país de la variante delta del virus. “Estamos en una etapa con muy baja cantidad de casos, sabemos que esta enfermedad evoluciona con brotes, por eso seguramente vamos a tener un crecimiento en la cantidad de casos con la variante Delta que ya está en el país”, expresó Vicente.

Preparados para un posible brote

El director manifestó que todo parece indicar que esta variante Delta se volverá predominante y que con el correr de las semanas se podría tener un rebrote de casos, pero en el nosocomio local están bien preparados.

“Los cálculos daban a entender que en septiembre íbamos a tener un aumento de casos, pero se enlenteció”, consideró, agregando que las restricciones de ingreso al país y el aislamiento decretado para los que llegan desde afuera fueron medidas que hicieron que se frenaran los contagios.

Al mismo tiempo remarcó que afortunadamente hay pocos pacientes internados: “En estos días tuvimos cinco o seis pacientes internados, y en este momento no hay ninguno con asistencia respiratoria mecánica. La situación es muy buena gracias al cuidado que ha tenido la gente en general, porque siempre hay una parte de la población que no acata las medidas”.

Respecto a cómo se encuentra el personal de la salud en la actualidad, sostuvo que con la baja de casos está teniendo una menor incidencia en las áreas de internación por Covid-19. “Eso es muy importante. Pero siempre estamos alertas y con la posibilidad de que se produzca un nuevo aumento de casos a mediano plazo, no en las próximas semanas, pero sabemos cómo es la evolución de la enfermedad y que tal vez de acá a uno o dos meses pueda haber un aumento nuevo de casos”, dijo.

Seguidamente, Vicente aseguró que el nosocomio está preparado ante un panorama como el que se espera: “Llegamos a tener un 90% o 95% de ocupación durante mucho tiempo, igual que todo el sistema de salud. Afortunadamente no colapsó, toda persona que necesitó una cama la tuvo, no quedó nadie sin atención”.

“Al principio siempre la población estaba muy atenta a si había 20, 40 o 50 camas en el Hospital. Esta patología es muy dinámica y el Hospital se adapta a los requerimientos y las necesidades que tenga la población. La cantidad de camas que el Hospital tenía a disposición para Covid se fue expandiendo. Sobre el pico de esta segunda ola teníamos más de 60 camas afectadas a la patología Covid, ahora las estamos reduciendo y estamos volviendo a poner más camas sobre la patología prevalente, que es lo importante en este momento, pero si hay que volver a llegar a tener esa cifra de camas, o más incluso, a disposición de esta patología, van a estar. De todas formas, con la vacunación que se está llevando a buen ritmo. Suponemos que, en caso de haber algún rebrote o una tercera ola, como tanto se comenta, no tendríamos que llegar al nivel de casos que hemos tenido hace dos meses”, aventuró.

Vacunación

Sobre el final, el director del Iturraspe se mostró conforme con el ritmo de la vacunación y llamó a colocarse las dosis. “Estamos muy contentos de cómo la gente se acerca, de cómo la gente se vacuna. Es lo que hay que hacer, hay que vacunarse. Si hay algún camino para llegar al fin o al menos a minimizar los daños que produce esta patología, esta pandemia, es a través de la vacunación, con cualquiera de las vacunas se alcanza buena inmunidad”.

“Está más que probado que la posibilidad de complicaciones con neumonías bilaterales graves, que es lo que finalmente termina provocando el deceso de los pacientes, se reduce, no a cero, pero sí muy significativamente con la vacunación, en todos los grupos de riesgo y en todas las personas en general, porque hemos visto que en esa segunda ola el grupo etario ya no era el paciente anciano o mayor, sino que el grueso de los pacientes graves estaba entre 40 y 60 años y algunos de menor edad, obviamente que siguen importando los grupos con comorbilidades, sobre todos diabetes y la obesidad entre otras, esos son los que se han llevado la peor parte en esta segunda ola”, finalizó.