Sebastián Cuattromo (43) demoró unos diez años en contar lo que había padecido en manos del cura y docente Fernando Picciochi. Con el tiempo aprendió que hablar sana. Antes no lo hizo por temor a las burlas que podría haber sufrido en su colegio. Además, su contexto familiar no lo ayudaba, ya que era nacido y criado en una familia católica, machista, de clase media alta y conservadora.

Los abusos los sufrió junto a dos compañeros más durante una colonia de vacaciones que el colegio porteño Marianista tenía en Casa Grande, en Córdoba. Tenían entre 12 y 13 años, mientras que el abusador 26.

Según Cuattromo fueron “años de acumular impotencia, vergüenza y necesidad de justicia”. Una década después decidió contárselo a un amigo, fue allí cuando comenzó a liberarse.

“Lo que nosotros vemos es que, en verdad, el silencio que se ha dado alrededor del abuso durante décadas ha favorecido a los agresores. El silencio, el ocultar, el tapar. Primero es la victima la que se llena de vergüenza, de aislamiento y, por otro lado, se garantiza que los abusadores sigan abusando. Entonces para nosotros es fundamental que la vergüenza y la culpa la cargue realmente el agresor y sus cómplices, como debe ser”, aseguró Cuattromo, quien junto a Silvia Piceda, también víctima de abuso sexual, formaron la asociación civil “Adultxs por los derechos de la infancia”, que desde este jueves se encontrará en San Francisco brindando charlas en un colegio y una jornada en la UTN.

Según el entrevistado, representan a un colectivo de personas adultas que fueron víctimas del delito de abuso sexual en su infancia y adolescencia, a los que ellos eligen llamar "sobrevivientes". También a personas adultas que en el presente luchan por defender y acompañar a niñas y niños víctimas.

“Lo que hacemos con nuestra asociación civil, desde hace años, por todo el país, y en muy variados ámbitos públicos y privados es brindar nuestros testimonios en primera persona. Con el sentido de contribuir a generar un encuentro colectivo en torno a esta injusticia, una reflexión y diálogo crítico a nivel social, porque para nosotros, entre otras cosas como adultos sobrevivientes de este delito y adultos protectores de niños víctimas, es fundamental el compromiso del conjunto de la comunidad adulta de cada lugar. Y nosotros estamos convencidos que la suerte de cada niño y niña no depende de su ámbito privado, o de la casa o de la familia, sino que es una responsabilidad del conjunto de la comunidad adulta y por supuesto del Estado, como garante de los derechos de la infancia”, señaló el entrevistado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aclara que hay en el mundo 73 millones de niños y 150 millones de niñas menores de 18 años que sufren violencia sexual en forma de tocamientos y relaciones sexuales forzadas. 1 de cada 5 chicas y 1 de cada 13 varones sufrieron abusos sexuales en la infancia. En tanto, la mitad de los abusos ocurre en el ámbito familiar.

Otra década, para lograr justicia

Cuattromo contó que luchó otros 10 años hasta ver al cura abusador Fernando Picciochi juzgado, condenado y preso. Su testimonio fue el puntapié para que se conocieran otros seis casos más.

Según sostuvo dedicó horas y días a investigar en soledad, sin el apoyo de la familia, a su victimario. En el medio –aseguró- golpeó puertas hasta de la Interpol para revelarle el paradero donde se escondía el pedófilo, en Estados Unidos.

En la vida de Sebastián también apareció Silvia Piceda, abusada cuando era una niña por personas cercanas a su entorno familiar y además madre de una joven también abusada por su exesposo, hija que fue fruto de una relación anterior con otra pareja.

En 2012, no solo se conocieron sino que se enamoraron, formaron pareja, y junto a otros compañeros y compañeras crearon la asociación civil “Adultxs por los derechos de la infancia”, que funciona en Buenos Aires, y con la cual recorren el país dando charlas, como las que tendrán este jueves en la escuela Proa de nuestra ciudad, desde las 10, y el viernes siguiente en la UTN.

Visibilizar

“En nuestra práctica pública de tantos años, una convicción básica que tenemos es que es indispensable la visibilización de este delito, traerlo a la agenda pública, al debate de la opinión como una forma en que la sociedad adulta nos hagamos cargo de nuestra obligación de defender a la infancia frente a esta injusticia”, resaltó Piceda.

La entrevistada señaló que el primer gran paso, y es un camino largo a transitar, tiene que ver con dejar atrás la negación, el ocultamiento, el silencio y la indiferencia: “En esto venimos avanzando colectivamente. Una fuerza social que estamos construyendo desde hace años y que en nuestro caso vemos ese avance que es un indicador claro”, finalizó.

Jornada en la UTN

Este viernes, 20 de septiembre, se llevará a cabo en UTN San Francisco una Jornada Informativa y Testimonial destinada a concientizar, informar y transmitir conocimientos en temas referentes a violencia de género, femicidio y abuso sexual contra la infancia y la adolescencia.

Disertarán además de la ONG Adultxs por los Derechos de la Infancia, la doctora Nilda Gómez, asesora de Derechos Humanos de la Nación, de la Asociación Civil Familias por la Vida (Buenos Aires); la doctora Trinidad Trejo Juárez, delegada de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, e integrante de CENAVID (Centro de Asistencia a las Víctimas de Delitos, de Córdoba); Hugo Capacio, padre de Dayana Capacio, víctima de femicidio, integrante de la Asociación Civil Sobrevivientes de Violencia de Género, de Rosario, Santa Fe y Sandra Amantini, mamá de víctimas de abuso sexual infantil de la ciudad de San Francisco.

Los organizadores explicaron que la problemática que se aborda en la Jornada “viene azotando a todo el país en los últimos años, y lamentablemente también golpeó a San Francisco. En esta última década hasta la actualidad, y lejos de mermar, vemos un aumento notorio de nuevas denuncias con un alto grado de horror”.

Se desarrollará entre las 14.30 y las 18.30 en UTN San Francisco, con entrada libre y gratuita. Los interesados en recibir un certificado que acredite la participación en este encuentro, deben solicitarlo registrándose vía mail a inscripcionjornada2019@gmail.com.