Rubén Cabera con parte de su familia y unos vecinos, aprovecharon la cuarentena obligatoria por el coronavirus  para unirse con un fin solidario: fabricar barbijos para ser entregados a los vecinos que los necesiten. Comenzaron a entregarlos en su sector más cercano, en pleno de barrio Parque, sin embargo, la noticia se esparció rápidamente y les llegaron pedidos de San Cayetano, Frontera, Acapulco y hasta personas del centro. Ya llevan entregados unos 500 barbijos hechos de corazón.  

Con recursos propios y sin pedir nada a nadie, estos vecinos decidieron diseñar, coser y armar barbijos desde sus hogares, para luego entregarlos a personas mayores y a otros que lo necesiten para trabajar y no puedan comprar uno. Sobre todo, teniendo en cuenta que se encuentran en falta y los que se consiguen, aumentaron exponencialmente.

Contra el coronavirus: fabrican barbijos y los reparten a los vecinos que necesitan

“Todo empezó cuando se decretó la cuarentena. Estábamos charlando en familia, preocupados por toda esta situación y pensamos en hacer algo para ayudar al barrio, para la gente que no tiene y no puede comprar un barbijo. Dijimos de hacer algunos para repartir en el barrio, para dar una mano”, cuenta Rubén.  

Con algo de dinero, una máquina de coser y la gran voluntad de algunos vecinos comenzaron con este gesto solidario. Así durante el día, se pasan largas horas maquetando los barbijos, cortando las telas, cosiendo y luego esterilizándolos.

Algunas personas incluso, se llegan hasta la vivienda de Rubén para pedir sus barbijos y luego pasan a retirarlos. Sino el hombre, sale en su moto a repartirlos a distintos puntos de la ciudad.  “Muchos se contactan a través de Facebook o por mensajes, somos pocos y no podemos llevarles a todos, le pedimos a la gente que nos entienda que esto lo hacemos de corazón”, expresa el hombre.  

Contribuir a la prevención

“Queremos contribuir a la prevención”, asegura Miriam Almada, una de las encargadas de coser y realizar la esterilización de los barbijos.

Luego, la mujer contó cómo es parte del proceso de armado de los barbijos: “Tenemos la tela que esterilizamos en lavandina y un buen enjuague, lo dejamos secar y de damos un golpecito de horno para matar cualquier bacteria. Luego lo repartimos en una bolsa de friselina que también está esterilizada y utilizamos guantes al entregarlos”.

Rubén asegura que pasan gran parte del día haciendo barbijos para los vecinos: “Estamos hasta que nos da el cuerpo, hemos llegado a quedarnos hasta la madrugada y mientras tengamos materiales vamos a seguir haciendo. Acá no perseguimos nada, nos interesa poder ayudar a los que necesitan, sobre todo a los mayores y si alguien quiere ayudar, bienvenido sea”.

Para continuar con esta gran acción la familia de Rubén y amigos piden a la comunidad la donación de friselina, elástico e hilo. “Y sino, seguiremos hasta que entreguemos el último”, sostiene el vecino emocionado.

Contra el coronavirus: fabrican barbijos y los reparten a los vecinos que necesitan