Madagascar 3: los fugitivos se estenó ayer en el cine Radar, donde una gran cantidad de espectadores se acercaron para verla. Cuenta la historia de los cuatro principales animales de la saga, el león, la cebra, el hipopótamo y la jirafa, tratando de regresar desde África hacia el zoológico de Nueva York, donde comenzó toda la historia.

En el camino, harán escala en Montecarlo, la por excelencia de la localidad marítima francesa del juego y el refinamiento, y allí encontrarán a una policía de animales implacable que los perseguirá hasta las últimas consecuencias y los obligará en mitad del viaje a camuflarse dentro de un esperpéntico circo.
Esta Madagascar tiene más polenta, es más vistosa en sus colores y más atrevida en su explotación del slapstick, es decir, en la bufonada, en la utilización de la violencia física de una manera tan exagerada, que resulta absurda y por ello cómica.