Este viernes 6 de septiembre llegan Las Pelotas a San Francisco en el marco de su gira por todo el país: el recital será a partir de las 21 en Bomberos Voluntarios.  

Previo al evento, Gabriela Martínez, la bajista, se refirió en La Mañana de El Periódico por El Periódico Radio a la motivación para seguir frente a los escenarios, a su vida personal más allá de la artística y a lo que más la hizo sentir orgullosa en estas tres décadas con la banda.

“Es un gusto volver a San Francisco después de tantos años, es un aditivo más al reencuentro después de tantos años volver a encontrarnos con la gente en San Francisco. Me imagino que muchos habrán ido a otros shows en otros lugares por Córdoba pero volver ahí es muy lindo”, destacó. 

Cabe recordar que la banda se había presentado en San Francisco el domingo 31 de julio de 2011 en el marco del cierre de uno de los ciclos del festival rockero “Llenate el Mate de Rock”.

En tres décadas de escenarios, todavía están con ganas de seguir haciendo música. ¿En qué cosas concretas está tu motivación diaria para seguir?

Creo que seguir haciendo canciones nuevas, seguir sacando discos, eso nos revitaliza un montón, el tener ganas de mostrar lo que veníamos haciendo de siempre sumándole esto. Estamos sumando algún tema de los discos más nuevos. Ahora dentro de poco, en un mes calculo como mucho, salimos con un tema nuevo con el que estamos súper contentos. Eso da vitalidad. Pero después es una mezcla de todo, no es que en todos los shows uno está en la mejor situación, no es que digas “siempre tengo ganas de tocar”, pero muchísimas veces sí. Después también, cuando estás un poco bajo de energía empezás a tocar y ves la energía de la gente y es una retroalimentación que hace que todo vuelva a empezar, también el amor de la gente que se acerca, hay muchas cosas que alimentan.

¿Cómo equilibrás tu vida artística con tu vida personal? ¿Qué otras pasiones tenés además de la música y qué hacés en los tiempos libres?

Siempre fui de muy bajo perfil y me encanta ser así. Disfruto de eso también. Vivo acá en las sierras, en la montaña, entonces uno encuentra ese equilibrio de la locura de la gira y el estrés. Acá los días pasan de otra manera, estás más atento a las cosas que el lugar te exige. Tenés que hacerte el fuego, conseguir la leña, ahí te das cuenta de que todo lo demás es algo que sucede, pero que me es más irreal. La realidad es esta. Si no conseguiste la leña, vas a tener frío. En verano si  no cortás el pasto se te va a llenar de mosquitos. La naturaleza te enseña a acomodarte también a sus tiempos. Si hay una tormenta no vas a salir, porque las tormentas acá son importantes, así encontré el equilibrio. Acá tenemos el estudio, eso hace que siempre estemos yendo a zapadas a ver qué rescatamos, seguimos grabando, nos juntamos para preparar la lista de temas que vamos a tocar…

No es lo más común que una banda surgida en los 80 tenga todavía una bajista mujer. ¿Era muy difícil en esa época para una mujer manejarse en el ambiente del rock? ¿y ahora?

Por suerte ahora la sociedad es otra. Yo en ningún momento pensé que eso podría ser una limitación. A mi me gustaba el bajo y me gustaba el rock y siempre pensaba tocar en una banda de rock. Nunca lo pensé como una limitación, nunca se me cruzó. También me doy cuenta que entré a un grupo de otros bichos raros, que tampoco pensaban que eso era una limitación. Me probaron, me dijeron “vamos para adelante” y adentro, y salimos. La prueba fue en abril del 96. Los primeros shows eran difíciles. Obviamente la banda no era conocida. Era una banda que había salido de Sumo y tampoco Sumo en ese momento era lo que representa hoy. Con los años se fue redescubriendo. Yo he pasado más de 10 años que le decía a la gente “toco en las Pelotas” y me decían que de nombre la tenían, pero que no conocían ninguna canción. Tampoco nos pasaban mucho, no éramos una banda conocida. Pero como siempre digo, nunca pensé que pudiera jugar en contra mi género, y también supongo que desde la inconsciencia lo viví mucho más relajada. Por ahí el no pensar eso hizo que todo fuese más fácil.

Si mirás para atrás todo el recorrido de Las Pelotas y el tuyo personal, ¿de qué te sentís más orgullosa?

Yo me siento orgullosa de ser parte de Las Pelotas. Es una banda de la que me considero parte, a la que amo. Pero también por la coherencia con la que nos manejamos, no somos ninguno de un alto perfil ni de aparecer en ningún lado. Seguimos haciendo canciones, no nos quedamos colgados de los temas de 30 años. Seguimos teniendo cosas para decir. Eso me parece que ya es un gran orgullo.

¿Cómo ves la escena musical argentina actual? ¿Qué te parece que está pasando con el rock?

No soy una gran escucha de otros géneros. Considero que ya estoy grande, me cuesta entender las nuevas propuestas, entender de qué habla la letra o entender qué dicen, a veces no me doy cuenta ni si están hablando en español. No sé si tengo tantas ganas de descubrir otros géneros por ahí. Entiendo que soy una desconocedora total, no me doy cuenta mucho de la diferencia entre un reggaeton y otro estilo. Y en el rock se va acomodando. Creo que todos tenemos que ir aprendiendo a acomodarnos a un momento muy distinto, donde todo sucede un poco más por las redes. De hecho esto de ir sacando temas, si uno saca un disco, al mes están preguntando cuando sale algo nuevo. La gente busca todo inmediato, inmediatamente también se aburre. Entonces hay que acostumbrarse a esto de ir sacando temas sueltos y en un momento tendremos todo el material como para que eso sea un disco. Pero antes meterse de lleno a hacer un disco significaba parar de tocar y componer. Y después gastar un montón de plata para grabar todo eso entero o tener que tomarse mucho tiempo. Hoy lamentablemente uno no puede dejar de tocar porque de eso vivimos. Uno se va acostumbrando a las reglas nuevas. 

¿Por dónde va a ir el recital de este viernes en San Francisco? ¿Cómo está pensado? 

Últimamente se nos van sumando más canciones, y es un tema a la hora de armar una lista, porque tienen que quedar cosas afuera. Siempre cuento la anécdota de que el año pasado, cuando fuimos a hacer el Movistar, se nos ocurrió escribirle a los fans que conocemos, de esos que tenemos su teléfono, para que nos dijeran 20 o 25 temas que querían escuchar pensando que todos iban a andar medio por lo mismo. Y cuando contamos ¡había 120 canciones! A veces agarramos la lista de temas que hicimos en el lugar al que vamos a volver a tocar y tratar de no repetir. Pero bueno, la lista de San Francisco de hace 20 años no la tengo (risas). Nos gusta pasear un poco por temas de todos los discos y se van a encontrar con eso, con una banda que hace 20 años que no va.

Entradas

Las entradas se encuentran a la venta por internet en www.paseshow.com.ar y en San Francisco en Disquería Tokoa, Bv. 9 de Julio 2266 (Terminal de Ómnibus). La entrada general tiene un costo de $25.000.