Al grito de “Aquí Cosquín” las luces de la Plaza Próspero Molina se encenderán una vez más mañana, en la gala de nueve lunas de cosecha de coplas.

El mítico escenario Atahualpa Yupanqui es una de esas ambiciones latentes en todo artista popular de esta parte de la tierra. Es que las tablas del escenario mayor de América reciben a músicos y bailarines de todas las latitudes durante enero, coronando el abrazo en la última semana del mes.

Largas noches fueron el marco en el que ellos y ellas desplegaron sus dotes en el Pre Cosquín, el certamen de valores que congrega a casi 60 sedes con sus finalistas en la ciudad durante dos semanas. Así es que muchos lograron cumplir el sueño de subir al Atahualpa para ser visibilizados en todo el país, entrar en el circuito de festivales nacionales y validar una camino artístico que, muchas veces, viene sostenido a lo largo de diez o quince años.

Con propuestas diversas

La programación se nutre de las propuestas artísticas que circulan por Cosquín durante el año, de los espectáculos callejeros, de los ganadores del Pre Cosquín, de los artistas emergentes y de las figuras consagradas en ediciones anteriores. Así es la forma en que la Comisión ha ido tejiendo las noches temáticas que engloban las propuestas seleccionadas, combinando las nuevas expresiones con los clásicos históricos. De danzas y cantoras, Folklore Enamorado, Voces del Tiempo, Colores del Norte, Magia y Euforia y Perfume de Salta son algunos de los nombres que este año invitan al público a disfrutar propuestas diversas pero con un punto de encuentro artístico.

Homenajes, celebraciones, manifestaciones regionales y cuadros costumbristas de diversas provincias es lo que el Festival propone a lo largo de nueve noches. Con algunas excepciones, como el homenaje a la indiscutida cantora de todos los tiempos Mercedes Sosa en la noche inaugural bajo la dirección de Popi Spatocco, la programación 2019 tiene un color amarillento, como si no fuera del Siglo XXI.

Es cierto que las tradiciones y el saber del pueblo viene de años y años, pero ese saber acaso, ¿no va mutando en nuevas formas?

A casi 20 años de los inicios del 2000, pareciera que la Comisión Organizadora que ingresó con aires frescos e innovadores, en esta edición se quedó a mitad de camino. ¿Se sigue debatiendo puertas adentro qué es folklore y qué no? Artistas que llenan la plaza, como Abel Pintos por ejemplo, ¿vuelven a sus raíces folk exclusivamente para su presentación en el escenario de Cosquín?

Arranca la 59ª edición del Festival de Cosquín
Abel Pintos protagonizó una de las lunas récord en asistencia de la edición pasada.

Una selección ardua, a veces polémica

La selección de más o menos cien de tres mil propuestas de todo el país, para ser distribuidas a lo largo de un poco más de una semana es una tarea ardua, más teniendo en cuenta que Cosquín es la vidriera del trabajo realizado y el que vendrá. Los homenajes a ciertas figuras que tienen un capítulo en la historia de la música de raíz tienen su sustento. Las celebraciones de 20 a 60 años de trayectoria, como la de Los Manseros Santiagueños, Los 4 de Córdoba y El Chango Spasiuk, también.

Ahora, ¿cómo es llevar la responsabilidad de armar el rompecabezas artístico de un país tan grande y con tanta variedad de costumbres, regionalismos y ritmos? ¿Se puede (y hay que) dejar contento a todo el mundo?

El ya tradicional segmento “Postales de Provincia”, en el que las delegaciones toman un rasgo característico y lo traducen a un lenguaje artístico, tiene su espacio garantizado. De a poco se va abriendo esta demostración a regiones, impulsando las asociaciones entre músicos. Ésto significa no solo el espacio en la grilla sino aunar propuestas individuales para generar una nueva y particular: la fiesta del monte sube a escena con Coco Gómez y La Incendiada, los riojanos Flor Castro y Josho González presentan Simiente, mostrando que no sólo la chaya significa La Rioja, Los Pacheco y Los Duarte presentan Cantata al Norte Cordobés y el litoral se hace presente con artistas consolidados y nuevas propuestas como Patricia Gómez (que llega por primera vez al escenario mayor), entre otros.

Las nuevas formas llamadas folklore

Las “estrellas” y artistas convocantes que vemos en la mayoría de los grandes escenarios en la temporada estival, están. Abel Pintos, Soledad, Los Nocheros, Luciano Pereyra, Raly Barrionuevo, Dúo Coplanacu, Chaqueño Palavecino y Sergio Galleguillo tienen su espacio asegurado y comparten la carga de la venta de entradas. Los nombres de peso como Horacio Banegas y su set jugado, y aquellos que vienen a pasos agigantados abriendo camino como Orellana Lucca, también.

Si de jugársela hablamos, hay algunos destacados que dejan entrever ese aire de renovación que pobló al festival en las últimas ediciones, y que tan celebrado fue por el público como por la prensa. Por un lado, el Presenta Trío tiene su lugar en el escenario tras años de defender su propuesta, teniendo su base en que todas las obras que interpretan son clásicos del cancionero popular, eso sí, con una base de otros géneros y en formato power trío. Hablando de fronteras, Cosquín recibe por primera vez a Nano Stern, uno de los más destacados cantantes, multi instrumentistas y compositores de la nueva generación de músicos chilenos que vincula su trabajo al canto popular, la trova, el folk y el rock en perfecta armonía.

Por otro lado, La Bruja Salguero toma el riesgo de incluir a Eruca Sativa y a Micaela Chauque (vientista y cantante jujeña), levantando así el número de mujeres en el escenario; tema que viene siendo punto de observación desde que lanzaron la grilla.

Pulgar para arriba para el festival que pareciera ir, de a poco, saldando las deudas que tiene con las músicas de ciertas regiones como el Litoral, Cuyo (con el homenaje al cantautor mendocino Jorge Marziali), Pampeana (con Angela Irene y Lucrecia Rodrigo) y Patagonia (con Yoel Hernández, ganador de espectáculos callejeros 2015).

Hay ausencias que llaman la atención. ¿Tienen que ver con darle paso a otras manifestaciones escondidas en algún rincón del país, o más bien con una lectura poco acertada de lo que la gente que compra una entrada y se sienta cinco horas en una butaca, quiere ver y disfrutar? Mañana inicia la siembra de nueve noches, y pasadas estas nueve lunas, veremos cuál es la cosecha.

Fuente: La Nueva Mañana