Tal como se preveía a raíz del aumento del Gobierno nacional en el impuesto de los combustibles líquidos, a partir del próximo viernes 1 de noviembre los precios de los combustibles experimentarán un nuevo incremento en las estaciones de servicio de todo el país. YPF, la principal petrolera del país, anunció una suba será de hasta el 4%, y esta decisión se espera que impulse a otras compañías competidoras, como Shell, Axion y Puma, a seguir el mismo camino.

Esto ocurre luego de que en octubre se registrara una mínima baja en los precios de la nafta y el gasoil de apenas el 1%, impulsada por la dinámica de los valores internacionales del petróleo.

Desde la asunción de Javier Milei en diciembre como presidente, los combustibles aumentaron un 147% en provincias como Santa Fe, similar a los valores de Córdoba. Según el Gobierno, esto se explica por el aumento de los impuestos al sector, que estaban congelados por la gestión anterior desde 2020 y por el atraso que tenían los precios anteriormente.

Según YPF, este aumento responde a varios factores, incluyendo la devaluación del tipo de cambio oficial, un nuevo diferimiento en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL), el alza en los precios de los biocombustibles y la evolución del barril de crudo.

El presidente de YPF, Horacio Marín, había anunciado el mes pasado un “pacto con los consumidores”, donde las variaciones en el precio del barril tendría un impacto directo en el mercado local. 

Durante su participación en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), Marín destacó la creación de un índice que monitorea mensualmente la variación promedio del crudo, el cual guiará futuros ajustes en los precios en los surtidores.