La Cámara de Diputados ratificó esta tarde el veto del presidente Javier Milei a la ley de reforma jubilatoria sancionada por la oposición y que buscaba aumentar los haberes del sector previsional.

El oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) consiguió avalar el veto presidencial con 153 votos afirmativos, 87 negativos y 8 abstenciones. Para alcanzar ese número fue clave el apoyo de la bancada del PRO y de un grupo de diputados de la UCR que en la víspera se habían reunido con Milei en la Casa Rosada.

Los legisladores radicales que este miércoles decidieron desmarcarse de la conducción del bloque y concurrir a la Casa de Gobierno fueron Martín Arjol, Luis Picat, Mariano Campero, Pablo Cervi y el liberal correntino Federico Tournier, un hombre del gobernador Gustavo Valdés que se había incorporado recientemente a esa bancada. 

Una serie de incidentes se registraron e en las inmediaciones del Congreso después de que la Cámara baja confirmara el veto presidencial. Los manifestantes, entre los que había jubilados y organizaciones políticas, fueron reprimidos con gases lacrimógenos por la Policía Federal después de haber tirado las vallas de seguridad que rodeaban la zona.

La ley de reforma jubilatoria que había sido vetada por el mandatario establecía un aumento del 8,1 por ciento para compensar la inflación de enero y un nuevo mecanismo de actualización de los haberes de la clase pasiva.

Acusaciones de compra de votos

La definición se concretó tras una corta sesión que no llegó a las cinco horas, en medio de una fuerte protesta fuera del Congreso, encabezada por sindicatos y organizaciones sociales y piqueteras. Las bombas de estruendo llegaban a escucharse en los pasillos de la Cámara baja. Apenas se confirmó el veto en el recinto, en las inmediaciones al Palacio Legislativo las fuerzas de seguridad activaron el protocolo antipiquete para reprimir la manifestación.

El Gobierno cristalizó la cuña que metió en el radicalismo ayer: cinco diputados de la UCR acompañaron la negativa al veto, que ya tenía el apoyo de La Libertad Avanza, el PRO, el MID de Oscar Zago y otras bancas libertarias satélites, como Carolina Píparo. Se mantuvieron homogéneos los espacios de Unión por la Patria y de Miguel Pichetto en contra del veto. Sorprendió el giro que dio Lourdes Arrieta, que ya expulsada de LLA se abstuvo, aunque en su discurso había dicho que estaba a favor de la ley jubilatoria.

Un dato que circuló en los pasillos de Diputados apenas terminó la sesión fue que sin los 5 votos de los radicales, el veto se caía.  Al oficialismo le sobraron 4 votos: necesitaban 83 sobre 248 presentes, y consiguió 87. Los flamantes radicales mileístas fueron Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, Federico Tournier y Pablo Cervi.

Como la necesidad de los dos tercios tiene en cuenta las ausencias, fueron también clave que se hayan levantado de sus bancas otros dos legisladores radicales, cercanos al Gobierno: Roxana Reyes y Gerardo Cipolini. Además para la estrategia oficialista aportó la abstención de los ocho diputados de Innovación Federal, que responden a gobernadores peronistas no-kirchneristas de Salta, Gustavo Sáenz; de Misiones, Hugo Passalacqua, y de Río Negro, Alberto Weretilneck. 

Los discursos durante el debate cristalizaron la ruptura en todas las bancas. El mayor foco estuvo en la UCR, tras la sangría que encabezó ayer Campero. “Roma no paga traidores y el pueblo tampco los vota”, acusó a sus correligionarios la radical Danya Tavela. El jefe de bloque, Rodrigo de Loredo, reconoció el problema puertas adentro y buscó culpar al kirchnerismo y al macrismo por estar en contra de hacer una insistencia parcial sobre la ley, rescatando por ejemplo el ítem que establecía una mejora de 8,1% para compensar la inflación de principio de año. “La respuesta que recibimos es no. Es todo o nada”, dijo el cordobés.

También cruzó al rechazo al veto el jefe del PRO, Cristian Ritondo, tomar la palabra y fustigó contra los radicales: “No tienen conducta partidaria”, los acusó. El macrista dijo que “la ley es mala para los jubilados” para justificar el veto, ante la advertencia de Milei de que la norma tendría un costo fiscal de casi 2 puntos del PBI para el año próximo a partir de que planteaba un aumento anual haciendo un mix entre la diferencia entre el índice Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) y el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

“Hoy creo que darse vuelta es claramente darle la espalda a los jubilados. No le encuentro una sola razón objetiva, política, material, ni cambio en la realidad de los jubilados en la Argentina que justifiquen que algunos diputados voten contrario al mandato de Juntos por el Cambio, voten contrario a lo que votaron el pasado 5 de junio en este recinto”, acusó a sus ex socios cambiemitas Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica.

También en el peronismo hubo pase de facturas. “El diablo disfrazado de fuerza del cielo metió la cola”, aseguró Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria. “Estamos hartos de la hipocresía. Cansados de los que terminan dándose vuelta como panqueques para terminar beneficiando a Milei. Sensibilidad cero con los jubilados tuvieron”.

Fuente: Noticias Argentinas/ Eldiario.ar