A diez meses de iniciado el gobierno de Javier Milei, el Ejecutivo celebró como un logro haber bajado la inflación de septiembre al 3,5%, tras varios meses por encima del 4%. Sin embargo, la politóloga Carolina Berardi, integrante del Centro de Economía y Política Argentina (Cepa), advierte sobre la contracara de esta cifra, resaltando que "los bolsillos argentinos celebran el alivio, pero lejos están de acompañar las buenas noticias".

En un artículo publicado en el diario.ar Berardi señala que la desaceleración en los precios no refleja una mejora sustancial en la situación económica de la población. Aunque en septiembre la inflación núcleo (que excluye precios regulados y estacionales) cayó de 4,1% a 3,3%, el acumulado en lo que va del 2024 alcanza el 101,6%, mientras que la inflación interanual asciende al 209%. Según la especialista, esto indica que los aumentos en los precios aún son significativos, especialmente en sectores como "Vivienda, agua, electricidad, gas", que registró un incremento del 7,3%, impulsado por los ajustes en tarifas y alquileres.

Otros sectores también experimentaron subas, como "Prendas de vestir y calzado", que aumentó un 6%, y "Educación", con un 4,3%. No obstante, sectores como "Salud" y "Alimentos y Bebidas" mostraron desaceleraciones. Berardi menciona que el rubro alimenticio creció un 2,3%, su nivel más bajo en varios meses, gracias a la reducción en el consumo de carne vacuna y a factores estacionales en las verduras.

A pesar de estos logros, Berardi plantea la pregunta: “¿A qué costo el Gobierno está desacelerando la inflación?”. En su análisis, subraya que el poder adquisitivo de los trabajadores no ha logrado recuperarse. En agosto, los salarios registrados crecieron un 3,8%, pero con una inflación del 4,2% ese mismo mes, los argentinos perdieron capacidad de compra. Además, destaca la caída del consumo masivo, que, según la consultora Scentia, descendió un 17,2% en agosto.

La politóloga también resalta la gravedad de la situación laboral, con la pérdida de 187.725 empleos entre noviembre de 2023 y julio de 2024, de los cuales 146.465 corresponden al sector privado. El sector industrial es uno de los más afectados, con una pérdida de 2.855 empleos en el último mes.

Puestos de trabajo asalariados registrados en el sector privado.
Puestos de trabajo asalariados registrados en el sector privado.

Finalmente, Berardi concluye que, aunque el Gobierno ha logrado moderar la inflación, la economía muestra signos preocupantes. 

“Con una economía que, según las propias previsiones presupuestarias del Gobierno, se dirige a terminar el año con una caída de 4%, el consumo privado derrumbado 6% y la inversión en el subsuelo de -22%, resulta difícil celebrar el dato de inflación”, finalizó.