Algunos charlan en la puerta, otros agotan sus cigarrillos mientras esperan a que suene el timbre que los hará ingresar al aula donde muy probablemente culminarán sus estudios tras abandonar la escuela secundaria por diferentes cuestiones y retomarla. Se trata de los alumnos que forman parte del Programa de Inclusión para la Terminalidad de la educación secundaria y formación laboral (PIT), lanzado por el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, que cursan de lunes a viernes en las instalaciones de la escuela Lucía Vaira de Aimetta en barrio La Milka.

Mientras tanto, la preceptora y la coordinadora acondicionan, como todos los días,  una de las aulas de la primaria para convertirla en pocos minutos en una especie de sala de profesores y secretaría para atender la demanda de los alumnos.

Toca el timbre y, entre todos los estudiantes, ingresan al aula Leonela (16), con su pequeño de siete meses Lautaro, Melina (16), con su nena Ainara de un año y Damaris (17), que asiste con Emma de diecisiete meses. Ellas son las tres madres que estudian en el lugar y lo hacen acompañadas de sus hijos, una posibilidad que el programa le brinda para facilitarles el cursado.

La inclusión llegó al aula: mamás adolescentes estudian con sus bebés
En busca de un futuro mejor

Leonela Viotto dejó el año pasado en el Colegio San Martín y retomó tras enterarse de la posibilidad. “Me anoté porque estaba embarazada y quería seguir estudiando para darle un buen futuro a mi bebé”, cuenta.

Leonela cursa de lunes a viernes desde las 18:30 a las 22:20, y gran parte de ese tiempo lo hace acompañada de su bebé. “Viene un rato, me lo traen para amamantar o a veces lo traigo yo y me lo vienen a buscar. Antes salía del aula, ahora ya me quedo, lo cuidan entre todos mis compañeros, él no tiene problema, a veces se queda con los profesores”, expresa.

La inclusión llegó al aula: mamás adolescentes estudian con sus bebés

Recientemente la joven resultó elegida primera escolta de la bandera nacional. “Mi familia estaba muy contenta porque nadie de mi familia había sido abanderado ni escolta”, enfatiza.

Sobre la posibilidad que le brindó el Programa, asegura: “Está bueno porque podés seguir estudiando y traer a tu bebé y compartir con él. Acá todos son compañeros, te ayudan y es todo más fácil”.

Por último, Leonela menciona su idea de seguir estudiando una vez finalizado el secundario: “Mi idea es estudiar abogacía o enfermería, estoy entre esas dos carreras”.



Último esfuerzo

Melina Paz
La inclusión llegó al aula: mamás adolescentes estudian con sus bebés

La joven cuenta que su pareja es quien generalmente cuida a la pequeña mientras ella estudia, aunque cuando no puede o cuando Ainara llora, la pequeña se queda con ella en el aula.

“Es inquieta así que le traigo una colcha y la siento. Se queda ahí un ratito hasta que le doy la teta y se duerme. Mi prima que también viene me la tiene, me la pasea, a veces los chicos del curso o los chicos del otro curso también”, relata.

La joven, que termina el secundario este año, se ilusiona con seguir estudiando: “Gracias a Dios termino este año. Después quisiera estudiar abogacía”.

Continuar

Por su parte Damaris Orellano (17) tuvo que dejar el secundario por los prejuicios de sus compañeros tras quedar embarazada. Se enteró del PIT por su prima y retomó sus estudios.

Asiste a clase junto a Jeremías, su novio y padre de la bebé, ambos buscan terminar sus estudios para conseguir un mejor empleo y darle lo mejor a su hija.

La inclusión llegó al aula: mamás adolescentes estudian con sus bebés

Algo cotidiano

Carolina Reynoso, coordinadora, y Lorena Menesterolo, preceptora, cuentan junto a algunos docentes que ver a alumnos con sus bebés es algo cotidiano.

Estamos todo el día alzando un bebé y dando clases, cuidándolos, ya me parece natural, es algo cotidiano y nos encanta”.
La inclusión llegó al aula: mamás adolescentes estudian con sus bebés

Qué es el PIT

El Programa de Inclusión para la Terminalidad de la educación secundaria y formación laboral para jóvenes de 14 a 17 años posibilita a los adolescentes que hayan abandonado la escuela al menos un año antes de la puesta en marcha del programa (en el 2010) o que no la iniciaron, finalizar sus estudios a través de un servicio educativo, que en razón de su diseño más flexible, permite a cada estudiante construir su propio trayecto formativo.

La propuesta –organizada como un bachillerato en ciencias sociales– reconoce los recorridos educativos previos –debidamente certificados– de los jóvenes y establece un sistema de promoción por asignaturas, en vez de por año, de manera tal de permitirles avanzar en su escolarización en función de un régimen de correlatividades.

El programa se desarrolla tanto en escuelas de la capital como del interior.

Para anotarse

Para mayor información, los interesados pueden llamar al teléfono (0351) 4332345, escribir un correo electrónico a pit1417@gmail.com.