El polo en San Francisco experimenta un crecimiento sostenido desde hace ya unos cinco años a través del Jockey Club San Francisco, que avanzó a pasos agigantados en la construcción de una nueva cancha e instalaciones.

Paula Balkenende es una de las jugadoras de hockey más destacadas de Antártida Argentina, integra el plantel de primera división desde hace muchos años, fue y es partícipe de las mayores conquistas de esta institución en dicha disciplina.

Sin embargo, desde hace casi un año encontró en el polo una nueva actividad que fue su “cable a tierra” en plena pandemia. Motivada en parte por la presencia de su padre en el club (Andrés Balkenende, quien es presidente del Jockey Club y jugador de polo) hoy integra la comisión directiva y es una de las nuevas jugadoras.

Balkenende contó cómo combina esta actividad con el estudio en Córdoba y con las competencias de hockey en la Federación Cordobesa, un certamen de alta exigencia.

- ¿Cómo te vinculás a la actividad?

Arranqué en plena pandemia, a montar en realidad. Mi papá juega hace varios años en el club, aunque el club hace 4 o 5 años que está y siempre me invitaba a jugar; un día dije: ‘bueno arranco’; como el hockey estaba muy parado por la pandemia empecé a montar y después de eso me gustó muchísimo y la idea de poder hacer los dos deportes me gustaba, pero bueno, ahora se me está complicando un poco porque los sábados se juega al hockey y al polo y tengo que elegir. Empezó como un hobby, nunca pensé que iba a terminar jugado, lo veía muy lejano…

- Pero combinás las dos actividades, como podés…

Sí, los chicos del club me ayudaron mucho, la profe Julieta Murgio. Jugué hasta que arrancó el torneo de hockey, que arrancó bastante tarde, pero de todos modos voy cuando puedo en la semana y los viernes voy a clases con el profe que viene de Córdoba.

- ¿Cómo fue ese inicio? ¿Qué es lo primero que se aprende?

Lo principal en realidad es saber montar bien y yo hacía prácticamente 10 años que no lo hacía porque cuando montaba lo hacía en el campo y hacía muchísimo que iba, así que no estaba tan entrenada en eso. Empecé así hasta que la profe me dijo que me meta en la clase, que juegue y de a poco nos fuimos metiendo en las prácticas con los chicos que ya venían entrenando desde hace tiempo y estaban mejor que nosotros, nos fueron enseñando los golpes, las reglas, que son bastante complicadas para entender al principio. Me metí a jugar, a lo mejor sin saber tanto, pero bueno aprendimos ‘a los tumbos’ (risas).

- ¿Cuán importante es la conexión con el caballo?

Siempre que me preguntan qué es lo que más me gusta es eso, la conexión con los caballos, te libera mucho la cabeza y sí, al principio tenés que agarrar confianza con el caballo para poder jugar. Me costó hasta que entendí que caballo era súper mansito, conecté y ahora cuando estoy en Córdoba lo que más extraño es eso, ir al club, estar con los caballos y pasar tiempo ahí, cuando voy paso casi todo el día en el club y es muy especial esa conexión con el caballo.

Una historia de pandemia: encontró una conexión con la naturaleza y en el polo

- Claro, en cierto punto es muy espiritual esta actividad…

Sí, ni hablar, yo empecé en la pandemia, cuando no podíamos competir y confieso que ya me había agarrado un poco la ‘locura’ (risas) y me calmó muchísimo estar conectada con el aire libre en el club y con los caballos, realmente te libera bastante…

- También tenés que tener un cierto estadio físico para jugar ¿Cuánto de distinto hay con respecto al hockey?

Es parecido, pero no tanto porque en el polo tenés que coordinar muchas cosas al mismo tiempo, pero sí destaco que por hacer deporte tengo fuerza en las piernas y no me costó tanto, venía entrenada. El golpe no es tan similar al de hockey, pero el movimiento de la muñeca y de la bocha eso sí es similar….  

Balkenende es también una de las jugadoras de hockey destacadas de Antártida Argentina.
Balkenende es también una de las jugadoras de hockey destacadas de Antártida Argentina.

- Se viene un evento importante ¿Vas a participar? ¿De qué se trata?

Sí, no iba a participar porque estoy en la organización del torneo, pero decidí que sí lo voy a hacer. Va a haber dos torneos en la misma fecha, uno va a ser la Copa Ciudad de San Francisco que va a ser en la cancha grande, sería un nivel A y en la cancha dos, que sería una cancha un poco más chica, va a haber torneo nivel B que se va a llamar Copa Jockey Club, que ahí voy a participar yo.

- O sea, te metiste de lleno en la actividad porque también estás en la comisión

Sí, este año hicieron elecciones y soy una de las integrantes de la nueva comisión. Como de costumbre yo no puedo quedarme tranquila y me metí, mi papá ya estaba en el club y yo también, tengo eso adentro que es más fuerte que yo.

- En los últimos meses el club prácticamente se transformó ¿Qué obras se realizaron?

Sí, cuando lo empecé las obras estaban muy avanzadas, pero empezó al mismo tiempo que yo empezó mucha gente y tuvimos que agrandar el monturero que es en donde guardamos todas las monturas, encabezadas y donde guardamos todos los elementos del Polo, hicimos uno aparte para los socios y ese quedó para la escuelita, también se hicieron nuevos corrales, se construyó la cancha uno, tenemos en proyecto la cancha dos, se remodeló el quincho, se pusieron los pisos nuevos, estamos con proyectos nuevos en ese quincho, se plantaron muchos árboles, que era algo que necesitábamos y todavía hay muchos proyectos que esperamos que para fin de año ya estén realizados. Queremos hacer otros quinchos más para los socios de la escuelita, compra de caballos y más elementos para la escuelita…

- Este deporte tiene el prejuicio de que parece que es para una cierta clase social y no es así ¿no?

Sí, pero la esencia que tiene el Jockey Club de San Francisco es que nosotros no nos fijamos en la clase social, ni en el poder económico, sino en que vengan y la pasen bien y que sea accesible para todo el mundo y creo que por eso tenemos tantos socios, creo que por eso se sumó tanta gente este año, tenemos muchos chicos en la escuelita y el mensaje es que no piensen que es para una clase social determinada.