No arrancó bien el partido Talleres. Le costó encontrar y recuperar la pelota en el mediocampo, sector en el que fue manifiesto el dominio del medio local. Juan Manzoco y Nicolás Castro, por caso, eran imparables. Juventud comenzó a aproximarse al arco de Diego Aguiar, quien manifestó cierta inseguridad en esa primera etapa. El “1” hizo un mal rechazo, que le quedó a Cobelli, Nievas lo apretó y lo incomodó. Luego, le siguió un despeje con la derecha en el area chica, que casi rebota en Bazzi. Más tarde, comenzó a recuperarse al contener un tiro de Albarracín.

Después de esas dilaciones, Talleres empezó a acomodarse. A los 34,Gabriel Carabajal, luego de una asistencia de Gonzalo Klusener, terminó un mano a mano con un remate que se fue cerca del palo izquierdo. Fue la primera y la más clara del juego. Luego, ambos equipos se dividieron el control de la pelota hasta que a los 40 minutos, Nelson Benítez envió un centro a medio altura que fue interceptado por la mano por Castro. El asistente Ariel Sánchez se lo indicó a Mazón y éste marcó el penal ante la protesta masiva de todo Juventud Unida que entendían que la mano no tenía intención. Klusener la picó y anotó su gol número 21.

Momentos después, Wilson Albarracín erró un gol increíble. Se fue Sebastián Cobelli, tiró el centro, Aguiar rechazó a medias y tras el rebote, la tiró arriba increíblemente. En el final, para no ser menos, Klusener quedó de frente a Gonzalo Salgueiro y la tiró arriba para no ser menos. 

Levantó. En el segundo tiempo, la urgencia y el nervio que llevaba Juventud Unida, le dio espacios a Talleres para ensayar el contragolpe. El equipo de Sialle levantó, pero sin sentar una mejoría futbolística que permitiera sentenciar el juego. Empezó a tener un poco más la pelota y se animó a jugar un poco más por las bandas y aproximarse al arco por entonces defendido por Salgueiro.

Maximiliano Velasco tuvo las oportunidades más claras. En el primer mano a mano, a los 14 minutos, Salgueiro le cometió un foul que le valió la expulsión y una severa lesión (fractura de tibia y peroné). Todo tras una habilitación de Carabajal. Luego, Leonardo Gómez, el arquero suplente, le tapó un mano a mano al ex Newell’s.

Juventud Unida se desequilibró definitivamente. Cristian Garraza le sacó el gol al “Gaby”, en la línea. Ya no tenía el empuje del principio. Con Talleres, en dominador, Gastón Bottino se fue al fondo y tiró el centro que Klusener mandó a la red, después de que el goleador hubiera desperdiciado dos oportunidades anteriores. Fue un mazazo. Es más, quedó en posición de ser goleador
Carabajal hizo una gran jugada, pero al querer definir con displicencia, desperdició lo que hubiera sido el 3-0 de Talleres. Sin dudas fue desde el punto de vista futbolístico, fue el peor partido que Talleres jugó en el undecagonal.

¿Por qué? Porque tuvo un primer tiempo en el que le costó recuperar la pelota, darle un destino seguro y mostrar una imagen colectiva sólida. Después, mejoró en el segundo tiempo y finalmente con el peso de sus individuales, como la de Klusener, marcó la diferencia que debe existir entre un equipo que es candidato al ascenso y otros, como Juventud Unidad, dignos y, por momentos, inteligente. Condiciones que no les alcanzarán para llegar a ganar este undecagonal que hoy lidera Talleres.