Carmen Yazalde: “Tengo una especial debilidad por San Francisco”
En una entrevista en La Nación, la exmodelo hizo un gran elogio a la ciudad y dijo por qué la considera su lugar en el mundo. "Me instalaría ahí, pero estoy grande", contó. También habló de su presente, su familia y su histórico romance con “Chirola” Yazalde.
Carmen Yazalde, figura reconocida en la moda y el espectáculo argentino, expresó nuevamente su afecto por San Francisco, ciudad que visita desde hace años y con la que mantiene una conexión que define como íntima y duradera. “Tengo una especial debilidad por San Francisco”, afirmó en una entrevista, en la que también habló sobre sus recuerdos, su rutina actual y su elección de vivir en libertad.
La ex modelo de 75 años visita con frecuencia la ciudad desde hace más de 10 años, en los que participa en desfiles de moda, y siempre tuvo palabras elogiosas. Ahora, en una entrevista con el diario La Nación, explicó qué destaca de la ciudad y contó que hasta se instalaría a vivir, pero que no lo hace por su edad.
“Voy siempre porque tengo amigos y hasta hago desfiles. Es un lugar chiquito, impecable, en el que no encontrás un pucho tirado en la vereda. Hay barandas para la gente mayor y espacios para los cochecitos de bebés. Todo cromado, higiénico. Yo admiro eso”, sostuvo Yazalde. “Además, la calidad de la gente: hay una energía y sentido de la comunidad que ojalá fuera así acá. Me instalaría ahí, pero ya estoy grande”, agregó.
Su trayectoria
Durante la entrevista, la exmodelo —que nació como María do Carmo Ressurreição de Deus en Portugal— repasó también sus inicios artísticos. “Empecé muy jovencita en mi país. Hice teatro y luego cine. Y lo de la sonrisa... Me río contenta cuando me lo dicen porque el milagro es fruto de mi genética. Soy alérgica, así que no me hice nada, mi cara es lo que es. Cero toxina y nada de rellenos. Y eso a los 75 años, en estos tiempos, es algo realmente original”, comentó entre risas.
Rodeada de amigas del ambiente y con una rutina sencilla que valora especialmente, Carmen explicó: “Es un grupo de chicas fabulosas. Por supuesto hay subgrupos, porque están las que se destacan mucho en las redes, las que tienen marido, las que no. Teresa Calandra es la que hace más eventos y me invita amorosamente y siempre voy muy feliz. Con Mora Furtado abro más mi corazón”.
Hoy reparte su tiempo entre salidas, caminatas por Buenos Aires y momentos familiares. “Ayer salí con mi gran amigo y artista plástico Joaquín Molina, estuvimos horas hablando de arte, comiendo rico. Me encanta Buenos Aires, salir a caminar, ir a buscar a mi nieta al jardín”.
Recordó también a su hijo Gonzalo, “un gran kinesiólogo y empresario”, y la pérdida de su exmarido. “Yo ya estaba separada de Chirola cuando falleció, a los 51 años. Y él apenas tenía 21, fue muy duro”.
Sobre su relación con Héctor “Chirola” Yazalde, relató que su historia fue de película: “Iba a ver la misma obra, que se llamaba Lisboa es siempre mujer. Se sentaba en la primera fila. Él era seductor, antes de verse conmigo ya había salido con muchas mujeres, pero me conquistó. Para fines del 72 me preguntó si quería ir a la Argentina a conocer a su familia. Llegué y justo se casaba Teté Coustarot. Me quedé tres meses y volví a Francia. Hasta que regresé para casarme con él”.
Lejos del pasado mediático, Yazalde eligió desde hace años un camino más introspectivo. “Me encanta la soledad, la libertad. Desde 2003 que no tengo novio ni amante ni ninguna persona del sexo opuesto. No me interesa estar acompañada desde ese lugar”, afirmó.
Tampoco le preocupa el paso del tiempo. “No me importa para nada la edad, solo quiero estar sana. Ayer fui a buscar a mi nieta Margarita al jardín y la levanté a upa, con los brazos fuertes. Pensé: ‘Esto es una bendición’. Entonces doy gracias a Dios porque eso es lo único que importa”.
Sobre sus hábitos, opta por lo simple: “Sin exigencias locas. Buenas cremas, caminar y comer sano. Ese es otro tema que me hace feliz, la cocina”, dijo.
Y entre sus recetas, destacó: “Guisos portugueses, comida de cuchara. Hago la mejor calderada de pescados con papines chiquitos, un caldo de verduras y pimentón. A veces veo buenos langostinos y me los compro para mí sola. Me como medio kilo con una ligera salsita de crema y mix de pimientas. Creo que todo eso es más sano que andar obsesionándose con plancharse la frente”.