San Isidro volvió a caer este miércoles en la Liga Argentina de Básquet y a pesar de haber mostrado una reacción en el partido -ante un rival que venía con una importante racha positiva-, dejó pasar una nueva chance de prenderse.

Los Halcones apenas se ubican en el puesto 12 de la Conferencia Norte, por ahora lejos de los puestos de playoffs (entran los mejores 8), pero los partidos siguen pasando y las oportunidades también. Promedia la fase regular y necesita comenzar a sumar triunfos.

Es importante decir que el equipo sufrió una importante restructuración en las últimas semanas y allí es donde se depositan todas las esperanzas de torcer el rumbo y comenzar a conseguir esos resultados, que es lo que urge para ratificar el trabajo que se realiza a diario.

Lo que dejó el duelo con Echagüe es que San Isidro parece haber encontrado a su conductor en la figura de Guillermo Aliende. Este miércoles, el santiagueño aportó 24 puntos, con 2 rebotes, 1 asistencia y fue el alma del equipo combinándose con un Juan Cruz Oberto que siempre cumple.

Pero esta vez lo ojos estuvieron puestos en el norteamericano Johnson, que tuvo un discreto debut con 6 puntos y 8 rebotes. Al pivot le costó acompañar el ritmo frenético que intenta imponer el equipo de Torre, pero nobleza obliga, sólo lleva apenas unos pocos días de entrenamiento con el plantel. Se espera mucho de él y los próximos días serán claves.

San Isidro empieza a mostrar otra cara, otra actitud en el cierre de los partidos, pero deberá ratificarlo con resultados para dejar de desperdiciar oportunidades. Tendrá una nueva chance este jueves -a partir de las 19 horas- ante Sportivo América y cerrará su participación en la burbuja de Rosario el sábado a las 16.30 ante el líder Unión de Santa Fe.