Pasó el histórico superclásico: River Plate dejó en el camino a Boca Juniors y avanzó a la final de la Copa Libertadores 2019, tras caer 1-0 en la semifinal de vuelta disputada esta noche en La Bombonera y hacer valer el 2-0 obtenido en la ida. Jan Hurtado marcó el único gol del partido para el Xeneize, a los 35 minutos de la segunda parte.

Así, el global terminó 2-1 y el equipo de Marcelo Gallardo es nuevamente finalista de la competición continental. Los hinchas de Boca despidieron con aplausos a su equipo.

Sin firmar un gran partido, Boca fue más que River en este segundo partido y sobre el final pudo empatar con un par de ocasiones. Sin embargo, el Millonario aguantó en los últimos minutos y se quedó con el pase a una nueva final. El cuadro de Gallardo no tuvo una buena noche, no defendió bien la pelota parada y por allí llegaron las mayores ocasiones para Boca. 

Buscar por arriba

Se esperaba que Boca saliera con todo a buscar el partido desde el primer minuto y así fue, intentando llegar con el juego aéreo y tirando centros. River intentó aguantar el comienzo para luego tratar de acomodarse en el campo, algo que le costó bastante.

Recién a la mitad del primer tiempo el equipo de Gallardo logró algunas asociaciones y llegar al arco defendido por Andrada, aunque sin profundidad.

Los momentos futbolísticos, entonces, no abundaron, y después de un intento de Exequiel Palacios que rebotó en un defensor local y salió por el fondo, Boca se aproximó con un tiro libre que terminó con Salvio metiendo la pelota dentro del arco de Armani. Sin embargo, una mano previa de Mas anuló la acción, que el brasileño Sampaio sancionó sin intervención del VAR.

River, pese a la poca injerencia de Ignacio Fernández y Palacios en la gestación, de a poco pareció tomar las riendas del juego, ante un Boca en el que no aparecieron Tevez, Salvio ni Mac Allister para generar juego, y en el que, en consecuencia, Ábila quedó demasiado aislado.

Los balones detenidos fueron la principal arma para inquietar a un River que se activó únicamente con las apariciones de De La Cruz. Una nueva prueba fue a los 43, cuando Armani tuvo que rechazar por encima del travesaño una pifia de Enzo Pérez, tras un tiro de esquina desde la derecha.

Manejó la ventaja

River pareció administrar aún más en el complemento la ventaja que sacó en el Monumental y sobre el cuarto de hora Alfaro envió al campo de juego a Mauro Zárate y el venezolano Jan Hurtado.

La apuesta le resultó a medias al técnico local, porque Zárate le aportó una pizca de rebeldía, pero apenas durante un pequeño pasaje, porque rápidamente se sumó a la confusión en la que se sumergió su equipo.

A través del balón detenido Boca, finalmente, rompió el cero. Fue a través de un tiro libre que fue devuelto de cabeza al centro del arco por Lisandro López y por allí aparecieron Zárate, que le erró, y Hurtado, que se llevó la pelota por delante para el 1-0, a los 34 minutos.

Boca intentó la hazaña y a dos de cumplirse el tiempo reglamentario estuvo cerca, pero Mas no pudo darle dirección al cabezazo que conectó después de un tiro libre de Zárate.

En ese tramo definitivo fue todo nervios y tensión. Finalmente River aguantó y extendió la supremacía que ostenta sobre su clásico rival en la era Gallardo.

Una nueva final, la tercera en cinco años, le espera al Millonario.