La Asociación El Ceibo viene de tener un 2022 espléndido donde se consagró bicampeón en la Liga Cordobesa de Básquet, clasificó a la Liga Federal por segunda vez, pero también potenció sus divisiones formativas siendo competitivo en todos los torneos (locales y provinciales) que disputó.

Suena repetitivo, pero es pertinente remarcar que es fruto de un proceso que comenzó algunos años atrás. El club apostó por un proyecto con sentido de pertenencia y juventud en la conducción como es el caso de Lautaro Oitana.

Con 26 años, Oitana ya ostenta en su currículum dos Provinciales ganados de manera consecutiva tras acompañar como Asistente Técnico al entrenador Eduardo "Mara" Blengini. También es DT de las divisiones formativas del club y una pieza clave del gran presente de la Flor Nacional.

No fue casualidad. Oitana tomó este camino motivado por la pasión y se formó como entrenador de básquet al mismo tiempo que se recibía como Licenciado en Recursos Humanos. Con empeño y trabajo silencioso, es uno de los jóvenes entrenadores más destacados de la provincia.

- ¿Cuándo nace esta idea de ser entrenador?

Nace hace bastante, en los últimos años, cuando era u19-u17 ya me interesaba. No tenía tantas ganas de seguir jugado, pero sí me interesaba mucho ser entrenador; Javier Aiassa es mi tío, él fue entrenador y es profesor de educación física, charlaba mucho con él, y ya tenía muy buena relación con Luciano Mancuso, Mariano Fassetta y Aldo Manzotti. Terminé el secundario, comencé a estudiar una carrera universitaria y a su vez también empecé el curso de entrenador, arranqué con el minibásquet junto a Gonzalo Grau, jugué hasta los 21 años y después decidí no jugar más para dedicarme específicamente a ser entrenador porque jugar lo hacía como hobby. Mientras estudiaba la carrera universitaria iba haciendo el Nivel , Nivel 2 y Nivel 3 de entrenador. me gustaba, me llamaba la atención, me servía mucho y también me sentía bien dando entrenamientos, los chicos me prestaban atención, así que cada vez me fui sintiendo más cómodo y eso fue dándome el puntapié...

- ¿Cuándo jugabas ya tenías ese rol de dar indicaciones y acomodar al equipo?

Sí, pasa que jugaba de base y el base tiene que tener lectura de juego, buena comunicación con los demás, son características que tiene que tener un base, en el último año con Mariano Fassetta yo era el más grande de la categoría y me permitían hablar un poco más con los chicos, me daba ese lugar y creo que ahí también me fui formando, traté de trasladarlo a lo que hago hoy en día.

- ¿Qué sea en El Ceibo fue más motivante?

Sí, yo veía que el club en un momento no estaba tan bien, pero con el correr del tiempo empezó a mejorar cada vez más, con todas las divisiones formativas completas, cometían y te daban ganas de estar en el club, empezó a haber un crecimiento, había ganas de progresar. Veía que el trabajo que hacía junto con los otros profes era reconocido por los padres, los dirigentes, no para ser conocidos nosotros, sino que había interés de crecer y eso te hace crear un sentido de pertenencia y más en el club que yo jugué toda la vida. Me llamaba mucho estar en el club y conseguir cosas para el club del cual soy yo y que eso no me lo va a a cambiar nadie.

- Más allá de la inserción en el club y del interés personal ¿Quién o qué te dio el impulso?

 El entrenador que hizo que me decidiera definitivamente fue Marcos Figuerero -que estuvo un año y medio en El Ceibo- , el me dijo que tenía que seguir porque veía condiciones para esto. Tenía unos años más grandes que yo, tuvimos buena relación y nos hicimos amigos... Ahí fue el puntapié para meterme de lleno, con él aprendí un montón, fue siempre muy solidario conmigo, hasta el día de hoy cada vez que le escribo por algo está, en ese sentido ahí estuvo el cambio donde yo aprendí bien a ser entrenador y no a ser entrenador de minbásquet solamente, a ser entrenador de formativas y a apuntar más arriba. Después uno va haciendo su camino, pero es fue el puntapié inicial.

"En la pandemia me llama 'Mara' Blengini para ser asistente, ese fue otro cambio y otro punto de quiebre para seguir con esto que me gusta y de dirigir u13 y u15 pasé a dirigir a todas las categorías y a ser asistente de Mara que era el mejor entrenador de la provincia, me gustó y em sedujo mucho. Realmente me puso muy contento que me haya tenido en cuenta para ser parte de un proceso que sabía que iba a ser bueno, más allá de que después terminó siendo excelente, pero tenía la confianza de que también iba a aprender mucho. Más allá de ganar o perder, pero sabía que iba a ser bueno", dijo Oitana.

- ¿Cuál fue el desafío más importante, el momento más complicado?

cuando arrancamos el Federal en 2022, nunca había trabajado en Federal, Mara tampoco había dirigido en el Federal, no conocíamos la categoría, hacía un mes que entrenábamos, estábamos bárbaro, pero perdimos los primeros tres partidos y el primero por paliza acá. En ese momento nos mirábamos y decíamos 'Qué hicimos este mes que no podemos ganar', fue el momento más duro porque empezás a dudar de lo que hiciste, después nos fuimos acomodando y realmente lo que habíamos hecho no estaba mal, se nos empezaron a dar los resultados y terminamos haciendo un Federal muy bueno donde quedamos afuera por un triple con un equipo que perdió la final por el ascenso.

"Hoy en día me dedico exclusivamente a esto, también trabajo en Formar, soy Licenciado en Recursos Humanos, hice algunas pasantías, pero por el momento me dedico exclusivamente a esto", contó Oitana.

Oitana se transformó en asistente técnico de Eduardo "Mara" Blengini para afrontar la Liga Cordobesa y Liga Federal.
Oitana se transformó en asistente técnico de Eduardo "Mara" Blengini para afrontar la Liga Cordobesa y Liga Federal.

- ¿Cuán importante fue afrontar esas dos formaciones que tenés como Licenciado en Recursos Humanos y Entrenador de Básquet? 

Sabía que en el básquet te puede ir bien o mal, pero en lo otro, lo hablo siempre con los chicos de mi edad o más chicos que lo mejor que podés hacer además de dedicarte al básquet o a lo que te guste es estudiar en paralelo lo que te guste, que quizás te lleve otro tiempo, pero desconectarte y capacitarte en otra cosa te hace abrir la mente. Está el ejemplo claro de lo que hace Independiente de Oliva, todos los jugadores tienen que como mínimo cursar una carrera universitaria o estar recibido y ese es un condicionante para ser contratado por ese equipo, en dos años ese club pasó de jugar Liga Federal a Liga Nacional y le está yendo muy bien. Creo que hoy en día el jugador de básquet y entrenador no va más ese modelo de que se tiene que dedicar 100% exclusivamente al básquet, te cerrás las puertas vos solo y te tenés que dedicar a un solo camino y si en un año te va mal lo más probable es que la pases feo, pero si vos tenés otros caminos que te abren la mente es distinto. Después trasladas todo a tu día a día, yo en clases lo trasladaba todo al juego en el club, si bien la carrera algo tiene que ver, pero lo relacionaba todo el tiempo y eso me servía mucho.

- ¿Qué cosas te definen como entrenador de la guardia nueva?

Creo que eso va de la mano con un cambio generacional. Así como queremos que los chicos no se dediquen exclusivamente al básquet, hoy en día también tienen muchas cosas que los hacen llegar a cierta edad y su interés principal no sea el básquet, pasa que ese interés principal es las salidas, está bárbaro que lo hagan, no podés decirle a un chico de 17 años que no salga un fin de semana, no se puede obligarlo a hacer algo que no quiere. Yo fui modificando mucho lo que pensaba en cómo tratar a los chicos, cómo relacionarme, antes por querer imponer respeto terminaba haciendo cosas que no eran naturales mías, pero si vos te relacionas con ellos, les decís las cosas de frente, no les mentís, te van a prestar mucha más atención y te van a entender.

El ejemplo más claro que hay es el entrenador de la Selección Argentina de Fútbol, Scaloni, uno ve una relación que no es de amigos, pero sí es de pares, manteniendo el respeto y creo que eso es lo que manda hoy en día. No va más el entrenador que te reta porque sí, que te exige porque sí y que te impone porque él es entrenador y vos el jugador, hay pocos entrenadores que les va bien haciendo eso. Los chicos hoy están más informados, tiene que haber una relación de pares, más que todo en formativas y mucho más en un club de barrio como este. Yo no tengo 12 chicos que se dedican exclusivamente al básquet, no todos tienen la obligación de dedicarse al básquet o de tener el mismo pensamiento. 

- Este año tuviste un gran aporte como editor de videos. Lo destacan los jugadores todo el tiempo y el mismo entrenador...

Lo aprendí mucho con Marcos Figuerero, me enseñó lo básico y ahí empecé a utilizar mucho los videos incluso con los más chicos. De poco me fui perfeccionando, tengo jugadores conocidos en clubes en Liga Nacional a quienes les voy preguntando, les voy pidiendo el scouting para ver cómo lo usan en Primera División y cómo lo puedo trasladar, es un trabajo silencioso que lo hago en mi casa y lo tengo que traer hecho para mostrarlo en 15 minutos, pero son horas de trabajo en casa. Es cansador, pero me gusta, lo más lindo es que le prestan atención, por más que haya errores lógico, pero no hay ninguno que no lo haya visto. Lo veo reflejado en la cancha y les ayuda un montón, en los últimos tiempos empecé a hacerlos cada vez más concisos, más cortos, con menos información innecesaria, cada vez lo hago más específico.

"Lo que tenemos nosotros es que nos enfrentamos más de una vez con cada equipo. La primera vez la idea es tratar de bloquear lo que el rival hace mejor, la segunda vez refrescamos eso y en función al partido que jugamos tratamos de ver dónde podemos sacar ventaja y después a medida que avanza el torneo vas viendo los errores que se van cometiendo y hacemos algo para corregir lo nuestro", dijo Oitana.

- ¿Qué te dejó el 2022?

Lo primero que me dejó es cansancio -risas-. Fue bárbaro el año, podés ganar o podés perder, parece cassette pero es la realidad. Uno hace el esfuerzo todo el año para conseguir el resultado y después si entra el último tiro o no ya no podés estar ahí. El año fue bárbaro desde enero en el Federal como experiencia nueva, en formativas competimos con todas las categorías a nivel provincial donde llegamos a la final en u19 y clasificamos a la fase nacional (que después no se jugó por otros motivos), llegamos a las finales con formativas en todos los torneos locales, ganamos menos de lo que perdimos y nos enfrentamos a San Isidro donde el año de ellos fue muy bueno. El año fue bárbaro, hay muchas cosas por corregir, pero más allá de lo deportivo, está bueno que el club se quiera acercar al club, que haya sentido de pertenencia, me cruzo con chicos de mi edad dando vueltas en el club y me comentan que le gusta como está El Ceibo y eso es mucho más importante, que los chicos quieran estar en el club, que vengan a ver la primera, que vengan a tirar al aro en verano y tener ese sentido de pertenencia es lo más lindo y lo más sano que puede haber en un club como este, que es de barrio y que aspira a dar un pasito más, pero no deja de ser un club de barrio.

- ¿Sos feliz con este camino elegido?

Sí, esta bueno que me lo preguntes. Trato de disfrutarlo, estoy en el club que quiero, en mi casa, vengo a dirigir los partidos y vienen a verlos mi abuelo y mi abuela, eso está bárbaro. El club está viviendo el mejor momento desde que se fundó, soy parte de esto y está muy bueno, hoy por hoy soy muy feliz. El camino que elegí fue el correcto.

Lo que viene. "Repetir un buen año, ser competitivo en todo lo que juguemos, seguir mejorando todo lo que podamos, hay cosas que se hicieron mal y que tenemos que dar un paso adelante si no queremos quedarnos estancados, como club, como entrenadores, como cuerpo técnico. Trato de ir pensando en los 6 meses próximos, en un futuro sí quiero aspirar a algo más, pero al premisa fundamental es mejorar lo que hicimos el año pasado", comentó Oitana.

Oitana también se desempeña como entrenador en Formar.
Oitana también se desempeña como entrenador en Formar.