Daniel: ¿De vacaciones por San Francisco?

Sí, llegué ayer (por el jueves) a la noche, así que vine a visitar un amigo.

¿Hacía mucho que no venías al club?

Hacía años que no venía y volví cuando debutó Nahuel (Martínez) como DT ante Sarmiento de Junín. Además vengo porque hay gente con la que me siento identificada. A mí me gratifica la gente que labura con él; Seba Scolari, el profe Komorovski, el profe Alberto y los demás colaboradores están preparados, tienen capacidad de laburo y cuando se apuesta a esto es difícil que se fracase, aunque el fútbol también tiene algo de azar. Si el plantel está comprometido con la idea, si hay buenos pibes y buenas cabezas, creo que si los objetivos están claros, de sostener la categoría primero y apuntar luego a lo más alto, es posible lograr cosas. La gente de San Francisco se tiene que sentir más representada con estos nombres.

¿Te generaba malestar venir a la cancha tras tu paso como DT?

Esto es mi casa, mi club. Seguramente las dimensiones de la cancha son las que en algún momento tiré yo. Ver el club tan crecido, la nueva tribuna, palcos. Me gratifica que haya gente muy identificada con el club y deseo que le vaya muy bien.

¿Cómo ves a Martínez?

Lo veo bien, está involucrado al cien por ciento. Lo que se vaya a ver de ahora en adelante tiene que ver con su identidad.

Se habla de la ida de jugadores importantes para el club: ¿cómo puede influir?

Espero que todos se queden. Soy ajeno al club, lo seguí en los últimos años cuando pasaban un partido televisado. Los jugadores referentes de un club si se van es difícil reemplazarlos porque suman para el objetivo.

¿La ausencia de Juan Pablo Francia es lo más grave?

No conviví con el Francia del Nacional B. Juan Pablo siempre fue mi debilidad, me tocó comandarlo en una etapa que para mí fue la más importante, donde él solo te hacía ganar un partido. Es un jugador que marcó un antes y un después en el club, es difícil de reemplazar. Es un jugador inteligente, con tamaña jerarquía y que ha conseguido ascensos.

¿De Álvarez Suarez qué opinión tenés?

Es un pibe extraordinario, jugaba con Nico Castro en la 93 de Belgrano, con Melano y Zárate. Le ganaban a los mejores equipos del país. Y es un volante con gol, eso es muy importante.

¿Se extraña la conducción técnica?

Sí, pero ya he pasado la etapa del extrañar. Seguramente me voy a preparar para dentro de unos años volver a dirigir. Uno pierde el ritmo. Yo estoy como gerente deportivo, coordinando divisiones inferiores, comandando un grupo de trabajo que ayuda a formar jugadores jóvenes para que puedan ser profesionales. Belgrano a mí me dio lo que buscaba: estabilidad y tranquilidad para desarrollar un proceso de trabajo y en el mejor momento de la historia del club.