La polémica entre el presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, y el árbitro Andrés Merlos tras la eliminación de la “T” ante Boca en octavos de final de Copa Argentina tendrá sanción por parte del Tribunal de Disciplina de la AFA. 

De acuerdo al portal Doble Amarilla, medio cercano a la cúpula del ente regulador del fútbol argentino, se confirmó que el presidente del club “Matador” recibiría una suspensión de dos años para ejercer su cargo como titular del club de Barrio Jardín.

Asimismo, según el mencionado portal, el Tribunal fundamentó su decisión por intentar suspender la asamblea de AFA con una denuncia ante la Inspección General de Justicia y sin previamente recurrir a los órganos del fútbol “violando los estatutos de AFA”. A la vez, el vicepresidente de Talleres, Gustavo Gatti, fue suspendido por seis meses.

En la misma línea, desde AFA se apoyaron en los artículos 32 y 33 del Reglamento de Transgresiones y Penas, pero principalmente en lo estipulado en los 248 (suspensiones a personal de un club que agredan a árbitros) y 253 (alcances de la suspensión que implica la inhabilitación a dirigentes para ejercer sus cargos).

La secuencia

El enfrentamiento entre Talleres y AFA comenzó el sábado 7 de septiembre con el altercado entre Fassi y Merlos tras la eliminación de la T de la Copa Argentina en Mendoza. Desde el lado del presidente albiazul denunciaron agresiones del bando del árbitro, mientras que el juez mendocino aseguró que el mandatario del Matador estaba acompañado por custodios armados.

Dos días después, el titular del club de Barrio Jardín convocó una conferencia de prensa en la que tiró por tierra las acusaciones del colegiado y en la que reclamó al mandatario del ente rector del fútbol nacional, Chiqui Tapia, por perjuicios recibidos y por diferencias en el manejo del fútbol argentino.

El 13 de septiembre Fassi fue a visitar al presidente Javier Milei a la Casa Rosada, en una clara demostración de contraposición hacia la AFA, que es opuesta a las ideas del líder libertario con respecto al desembarco de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el país.