Horacio Baldessari se fue muy joven para triunfar en el mundo del fútbol. El ex delantero, que vistió la casaca de Sportivo Belgrano en 1975, fue campeón y goleador histórico en el fútbol de Bolivia y se radicó en Perú a principios de los ‘90, donde también fue campeón con Sporting Cristal donde es idolatrado y considerado uno de los máximos artilleros que vistió la casaca “celeste”.

La “Pepa” regresó a San Francisco y lo hizo para volver a empezar, rememorando viejas épocas. El ahora entrenador viene de dirigir en el fútbol peruano donde fue campeón en dos oportunidades de la interminable “Copa Perú”, torneo que asciende a un equipo a la Primera División y otro a la Segunda División del fútbol peruano.

Volviste Pepa, ¿después de cuánto?

Y hace 28 años que me radiqué en Perú, más los siete años que estuve en Bolivia, son 35 años afuera. Allá terminé mi carrera como futbolista y empecé mi carrera como técnico.

¿Fue forzado ese retiro?

Uno siente cuando todavía está y cuando ya no está, yo sentía que tenía para un par de años más, pero siempre pensé que es mejor salir por la puerta a que te abran una ventanita y salir por ahí, encima en Cristal me había ido muy bien, es un club que amo mucho.

¿Extrañabas?

Se extraña mucho, hay gente que olvida sus raíces, pero yo no las pude olvidar nunca. Yo sé que San Francisco no es Paris ni es Lima, pero esto tiene que explotar también y lo veo un poquito adormecido futbolísticamente. No creo que haya cambiado tanto desde que me fui, en esta parte tenemos jugadores para tirar para arriba.

¿Por qué la “Pepa”?

Por la Pepona Reinaldi. Cuando llego en el 76 a Belgrano, a la “Pepona” lo había comprado River el año anterior y había quedado un vacío, ese sí que era ídolo y en Belgrano lo amaban. Llegué yo con el mismo pelo y me pusieron la “Pepita” y ya con los años me queda la “Pepa” pero la “Pepa” verdadera es él.

Ganaste la famosa “Copa Perú”, ¿cómo te fue como entrenador?

Ascendí dos veces. La primera copa que gane jugué 52 partidos, es una locura, se van limpiando de a poquito hasta que quedan los representantes de cada departamento. Es durísimo, el que dirige esa copa está para dirigir al Manchester o cualquier equipo del mundo (risas).

Es muy complicado por los sitios donde vas a jugar, el problema que tienen los árbitros para dirigir por la presión que le meten, por las amenazas, compran jugadores y muchas veces los jugadores están necesitados y van para atrás.

Algo de eso pasó en Carlos Manucci, ¿no?

Ahí me amenazaron una semana antes. Yo pensé que era joda pero llegó el jueves y las amenazas seguían y me preocupé. El arquero mío viene y me dice: ‘profe, hasta acá nomas llegué, yo no viajo, no juego’. Me dijo que fueron al departamento, le pusieron un arma en el pecho y le dieron un sobre con plata, que se tenía que enfermar.

Yo hice un video previniendo por si pasaba algo, por si se concretaba algo, pero estos guachos lo filtraron. ‘El culo de la ‘Pepa’ no lo vamos a ver ningún lado, dijeron’ (risas)

pepa DEPORTES



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"La Arena"

"Un día me toca jugar contra un equipo que se llama La Arena. Era una cancha de arena en serio, la pisabas tres o cuatro veces y ya se borraba la línea. La cancha no tenía alambrado, estaba la gente borracha atrás mío esperándome. No sabés lo que fue. Y así nos vamos formando. Las cosas que viví ahí uno las cuenta acá y no lo pueden creer".

"El comisario"

"Un día fui a ver un rival en un pueblo de 30 o 40 casas. Lo tenía que estudiar para enfrentarlo. Se enteraron que la ‘Pepa’ estaba en el pueblo y el comisario me mandó a llamar. Yo no quería ir y me tuvieron que detener para llevarme. Resulta que el comisario quería que vaya a tomar algo con él. ¡Salí con una curda de la comisaría!".

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Vos fumabas y jugaste en Bolivia, en la altura, ¿cómo hacías?

Y, estuve siete años en Bolivia. Fumé toda mi vida, y cuando jugábamos me fumaba una caja por día. El tema con la altura es que ya que cuando empezabas a calentar el aire no entra, pero no entra en serio, eh. Por suerte me fue muy bien, llegué a ser el goleador histórico del fútbol de Bolivia.

Lo de la altura no es un mito. Vos llegás, caminás cincuenta metros y sentís el corazón que te explota y yo no lo sufrí, se ve que andaba bien. Terminaba de jugar, llegaba al vestuario y me fumaba el último cigarro, cosas que un deportista no lo tiene que hacer nunca, era la boludez que cometíamos en aquella época.

¿Te queda algo por hacer en el fútbol?

¡Sí, mucho! Queda mucho, lo lindo del futbol es que aprendés todos los días. Tengo dos sueños que es poder dirigir en Sportivo Belgrano, donde fui parido, y Belgrano de Córdoba, que es mi otra locura. Queda mucho por hacer, veremos por donde empezamos.

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Trayectoria como jugador

Sportivo Belgrano (1975), Belgrano de Córdoba (1976/77/80/88/90), Blooming (1978/79/86/87), Racing de Córdoba (1981), Oriente Petrolero (1982/84), Bolivar (1983/85), Destroyers (1988), Dep. Municipal (1990) y Sporting Cristal (1990 al 93)

Campeón con Bolivar en 1983 y 1985, además fue campeón con Sporting Cristal en 1991 y goleador del torneo peruano.

Trayectoria como entrenador

Aurich-Cañaña (1993), Dep. Municipal (2000) Juan Aurich (2007), Carlos Manucci (2011), Comerciantes Unidos (2010/13/14/15)

Campeón y ascenso a Primera División con Aurich-Cañaña en 1993 y Juan Aurich en 2007.

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Barrio Jardín

“Yo fui siempre de Barrio Jardín, de ahí no me sacaron nunca, le iban a hablar todos los años a mi viejo para llevarme. Pero no, yo me quedaba con la familia Quiroga. Con “Doña Mira” y “Tatín Quiroga” que fueron los fundadores de Barrio Jardín. Me crié con sus hijos, con José y Juanchila, íbamos al colegio juntos, qué me iba a ir”.

"Un salto brusco"

“Pasé de Barrio Jardín a Sportivo, fue un salto brusco. El día que debuto contra Lavalle, a mí me decían “Garrincha”. Jorge Sanitá me mandó a calentar y casi se me caen los pantalones. Perdíamos 2-0 y ganamos 3-2 e hice dos goles. Pisé bien de entrada a pesar de la no experiencia porque por ahí en esa época te metían un viaje y no querías saber más nada. Iban tres fechas y ya era goleador del campeonato”.