Rodrigo Franceschi (34), Gastón Ostertag (26) y Blas Boscatto (22) son tres ex jugadores de Deportivo Oeste o como se denominaba anteriormente Don Orione. Los tres transitaron su niñez en el club, desde los 4 años. Jugaron su Campeonato Nacional y hoy, cada uno desde su lugar, continúan ligados a la institución.

“Hay algo en común que tenemos los tres, seguimos trabajando por el club y para los chicos porque cuando fuimos niños nuestros padres nos inculcaron el amor y el sentido de pertenencia. A veces uno dice: ‘es un club de baby’ pero para un niño es tan importante esta etapa de crecimiento que es eso lo que hace que después tengas ganas de volver”, señaló Franceschi.

Una herencia de familia

Rodrigo Franceschi (34), el segundo de cuatro hermanos que también pasaron por el club, hoy es el presidente de Oeste y lleva 13 años en la institución. El directivo contó que el amor por los colores fue una herencia de familia. “Soy categoría 1984, jugué en los años 90 cuando se llamaba Don Orione y la cancha estaba por calle Juan de Garay. Mi viejo nos inculcó, a mí y a mis hermanos, el amor por club del barrio. Hemos generado muchas amistadas y eso hace que después cuando uno tiene un hijo varón lo primero que piense sea traerlo al mismo club donde uno se formó”, señaló.

“Hoy los amigos de la vida son los que tuve cuando jugué a la pelota, en esa época era salir de la escuela y a la hora de la siesta ir a jugar a la cancha del “coto”, como le decíamos. Pasábamos horas jugando. Recuerdo que era como una gran familia, teníamos amigos y hermanos quizás más grandes y nos mezclábamos porque teníamos la misma pasión por la camiseta”.

Referentes

“Hay mucha gente, en aquella época estaba Ítalo Menegón que vivía en la esquina del club y estaba permanentemente ayudando en lo que necesitábamos. Ricardo Sangoy, que en la actualidad todavía está, también estaba en esa época”, comentó el directivo.

Casi una vida en el club

Gastón Ostertag (26) es el entrenador de la categoría 2009 y lleva 17 años vinculado a la institución. “Empecé en el club desde chiquito porque era el club del barrio, yo arranqué con el “Nono” Kaffa que fue uno de los primeros en el club. Hice toda la etapa de baby, terminé, pero siempre seguí viniendo. Cuando traje al club a mi sobrino más grande me ofrecieron ser DT de la 2009 y así arranqué. Hace casi cuatro años que estoy con la 2009”, precisó.

“A mis amigos también los hice en el baby, es lo más lindo que le queda a uno. Sabía que si tenía un hijo varón lo iba a traer acá pero antes tuve la suerte de tener sobrinos, los tres juegan acá y por el sentimiento que tengo por el club siempre supe que iba a volver, sin dudas”, indicó.

El resultado es lo de menos

“Yo trato de promover los valores, educar e inculcar el respeto entre compañeros y la amistad, sobre todo. El resultado siempre es lo de menos, eso va y viene”, dijo el entrenador.

Un profe con sentido de pertenencia

Blas Boscatto (22) es el profe de todas las categorías, además tiene a cargo la 2012 y 2013. “Yo arranqué a los cuatro años porque era el barrio donde vive mi abuela. Mis viejos siempre me acompañaron porque mi familia siempre estuvo ligada al club, tengo dos hermanos, uno jugó y otro está en la 2008. Además, mi viejo es el DT de la 2008”, precisó Boscatto.

“Vengo de lunes a viernes. Tratamos de trabajar al menos una vez con cada categoría la parte física, tratamos de darles las herramientas para el desarrollo deportivo y de formar a los niños no solo en la parte física o deportiva sino también en lo deportivo y lo social”, agregó.

El regreso

“Cuando terminé el baby me quedé con ganas de más, me dio la sensación de un corte en el mejor momento. Empecé a estudiar el Profesorado de Educación Física y me dieron ganas de volver al club, estoy muy orgulloso de eso”, señaló.

¿Qué lugar ocupa Oeste?

“Es una parte muy importante de mi vida y hoy como adulto seguir ayudando a formar niños con la edad que tengo, sigo siendo joven, pero sigue generando relaciones y amistades. Es una satisfacción enorme y es lo que nos motiva a seguir trabajando por los chicos para brindarles lo mejor para que puedan practicar un deporte y se puedan formar como niños”, precisó Franceschi.

“Oeste son mis mejores recuerdos. Me encanta venir a club, me distiendo porque ver al niño crecer junto a una pelota es lo más lindo que hay. Hace tres meses fui papá, es algo muy lindo tener un hijo, cuando crezca no hay dudas que lo voy a traer acá. Ya le compré la camiseta”, contó orgulloso Boscatto.

“Es el recuerdo como niño más lindo que tengo, hasta el día de hoy uno se pone a hablar con los compañeros, todos extrañan el CADO y esa etapa porque es una etapa muy linda para un niño. De grande me gustó dirigir y más que todos a los chicos, no tuve duda de venir al CADO, para mi es una las cosas más lindas que me han pasado”, apuntó Ostertag.

El reencuentro

“Estamos organizando el festejo de los 50 años que va a ser el 22 de septiembre en el Superdomo. Estamos invitando y tratando de contactar a ex jugadores y dirigentes que pasaron por el club, que aportaron ese granito de arena. La idea es hacer un lindo festejo y reunirnos todos.  Pronto largamos las tarjetas a la venta”, comentó el presidente.