Rinaldo Merlo apenas dirigó nueve partidos en Racing de Nueva Italia, en la temporada 2018/2019 del Torneo Federal A. El equipo venía mal y necesitaba salir del fondo. Apenas arribó, el equipo mejoró y ganó varios partidos seguidos. Luego de cayó y tras una derrota como local, "Mostaza" renunció.

En ese momento, el DT acusó que algunos hinchas lo "apretaron", primero en la calle y luego en la cancha. Tras caer con Estudiantes de San Luis en el Sancho, hubo incidentes fuera del estadio. "Como que fue preparada para hacer lío", le había dicho a Mundo D en aquel entonces.

Ahora, Merlo redobló la apuesta y culpó a un integrante de la dirigencia de haber mandado a esos hinchas a increparlo. 

"Yo de Racing me tuve que ir por problemas con la hinchada que era manejada por un dirigente que ya no está más y para no tener problemas con el presidente, el resto de la comisión directiva y la gente me fui", comenzó diciendo Merlo en Radio República de Morteros.

"Ese dirigente me mandó gente a apretar y me tuve que ir. Recién iba la primera fecha del clasificatorio y perdimos 1 a 0 de local un partido que merecimos ganar. Pero bueno, tengo excelente relación con el presidente, la otra vez vino a un sorteo y estuvimos comiendo, es un club al que le guardo un grato recuerdo", cerró.

El apriete

En aquel momento, el DT había denunciado un apriete antes y después del encuentro ante Estudiantes de San Luis donde su equipo cayó por 1 a 0, cuestión que decantó en su salida del club. "El sábado, cuando ya me iba para concentrar, tres muchachos de la barra me abordaron en la calle. Me hablaron y les contesté lo justo. Luego, me fui a concentrar. También está lo que pasó en el partido, que entró gente a la cancha. Como que fue preparada para hacer lío. Durante el partido gritaban barbaridades. Luego del 0-1, entraron a la cancha. Después del partido, evalué lo que me habían dicho esos tres muchachos, los líos, y el ciclo en el que tras un buen arranque tuvimos un bajón. Así decidí irme. Para descomprimir", le dijo a Mundo D.

"Aparte vinieron al vestuario por atrás. Le pegaron patadas a la puerta de la utilería que daba adonde estábamos. Si tiraran la puerta abajo, no estaría contando esto", dijo.

Y agregó: "Me dijeron: 'Hay que ganar si no va a haber quilombo'. Fue así la conversación. Fue hablando, pero fue una apretada. Es la primera vez que me pasa. Ni como jugador ni como DT. Definí que mi ciclo estaba cumplido, tras el partido. Por eso llamé a los dirigentes. Más allá del resultado que fuera a darse. Me molestó".