Agua o gaseosa descartable, botella de plástico. Dos o tres cositas en la despensa, bolsa de plástico. Unos criollitos para la merienda, bolsa de plástico. Trajiste una crema para la cara, una cinta aisladora de la ferretería o unas pastas para comer el fin de semana, bolsa de plástico. Está en todo: cualquier cosa nueva por acá o allá, bolsita de plástico casi seguro en alguna parte.

“Gracias, mejor sin bolsa”, “Ya traje bolsa” o “Tengo envase retornable” serían las mejores respuestas. Pero si no, todo ese plástico que termina yendo a parar en los tachos de basura en cada hogar también puede utilizarse para hacer ecoladrillos en casa, una forma de reutilizar esta enorme cantidad de material que tarda siglos en descomponerse y así colaborar para frenar la contaminación del medioambiente.

¿Qué son los ecoladrillos y para qué sirven? 

Son botellas plásticas de todos los tamaños de las que se utilizan en cualquier hogar y que simplemente se rellenan con bolsas y muchos otros residuos plásticos. Se trata de un objeto de fabricación casera y que se puede hacer sin complicaciones, aunque hay que tener algunos cuidados: los residuos que se utilizan deben estar limpios y secos, y tienen que quedar bien compactados en el interior de la botella, para que no queden burbujas de aire. Para esto hay que ayudarse con una varilla o palo que ayude a presionar las bolsas en el interior de la botella.

Una vez llenos, funcionan como ladrillos y tienen varios usos. Generalmente se utilizan para construcciones menores como mobiliario, casitas para animales y paredes pequeñas que funcionan como divisorios, pero por su calidad y sus buenas propiedades como aislantes térmicos también se pueden utilizar como relleno en paredes para hogares con bioconstrucción, un sistema que usa materiales con bajo impacto ambiental, vegetales o reciclados.

La cantidad de bolsas que puedan caber en una botella de apenas un litro y medio es sorprendente, lo que se notará también en la menor cantidad de basura que luego se deja en cada domicilio para los recolectores de residuos.

En San Francisco ya hay quienes los realizan de manera individual, pero también se formó un grupo denominado Rebelión o Extinción, que se reúne todos los sábados en un espacio de la Planta Elaboradora de Medicamentos en el Parque Industrial para recibir los que quieran entregar los fabricados por vecinos. Con estos, más tarimas de madera, ya realizan cuchas que entregarán a la Protectora de Animales.

Hasta una casa

En Quebracho Herrado fueron un paso más lejos. Con la iniciativa de Gustavo Morero, un grupo de amigos comenzó años atrás a producir sus propios alimentos así como a levantar su propia casa con base de adobe y ecoladrillos, es decir, un sistema de bioconstrucción o construcción ecológica.

Este grupo llamado Colectivo Imaginario organiza con cierta regularidad talleres para enseñar estas técnicas. “Se podrían utilizar ecoladrillos para levantar una pared, pero nosotros lo usamos como relleno, para que no quede a la vista. Queda dentro de la construcción y es un aislante térmico bastante bueno”, explica Agustín Casinerio, uno de los integrantes de este grupo.

Casinerio detalla que una vez levantadas las paredes con adobe, ecoladrillos y otros objetos reciclados, queda una textura áspera, pero que luego se realiza un revoque fino empleando arena fina, tierra tamizada y aceite de lino, entre otros materiales que pueden elegirse. De esta manera queda lisa al tacto y con los ecoladrillos ya dentro de la pared, los mismos no quedan a la vista, como los de la mayoría de las construcciones. 

“Es un sistema muy seguro y rígido, muy térmico. En verano vas a estar mucho más fresco y en invierno una vez que caliente va a hacer más calor, el ambiente va a ser mucho más amigable. Las paredes también se pueden pintar”, agrega.

Finalmente, Casinerio destaca que es un sistema mucho más económico que la construcción tradicional.

Claves para hacer ecoladrillos en casa

  • Fundamental: todos los residuos que utilicemos, así como las botellas, tienen que estar limpios y secos. Los restos de comida, por ejemplo, van a descomponerse y generar mal olor. Por esto, no se pueden utilizar residuos orgánicos.
  • También se pueden poner objetos pequeños de plástico o papel de aluminio.
  • Hay que ayudarse con una varilla o palo para presionar y compactar las bolsas dentro de la botella y así ir rellenando el ecoladrillo.
  • Envases de plástico como frascos pueden cortarse con tijera en trozos pequeños para luego meterlos en la botella.
  • En vez de introducir muchas bolsas a la vez en la botella, hay que poner unas pocas y presionarlas bien hasta el fondo de la botella, para que no quede aire. Y así continuar la operación.
  • El ecoladrillo tiene que quedar bien compacto, sin burbujas de aire. Su peso debe rondar los 500 gramos.

 ¿Dónde llevar los ecoladrillos en San Francisco?