Las últimas denuncias de abuso sexual a menores y adolescentes en San Francisco, no sólo pusieron el tema sobre la mesa otorgándole impacto en la agenda pública, sino que también evidenciaron la necesidad de abordar la temática de manera urgente y fortalecer relaciones interinstitucionales entre organismos estatales para trabajarla.

El drama de los distintos casos de abusos sexuales que tomaron relevancia pública en los últimos meses llevó a las autoridades del Colegio San Martin a reforzar el trabajo en red con otros organismos del Estado para comprender el fenómeno, determinar cómo abordarlo y sobre todo, para detectarlo a tiempo y prevenirlo.

La directora del establecimiento, Silvana Romagnoli, reconoció que años atrás “los jóvenes no se abrían tanto para hablar de temas como los abusos, la violencia o la drogadicción. Entonces nos comenzamos a preguntar por qué nos están pasando estas cosas que antes ocurrían pero tal vez no salían a la luz y ahora son hechos que se desencadenan cada vez más seguido”.

- ¿Por qué cree que comienzan a llegar este tipo de casos al seno de la escuela?

En primer lugar porque antes había mucho desconocimiento y las políticas del gobierno no habían  habilitado a que la sociedad se pudiera manifestar contra estos hechos ni que las víctimas tengan protección legal como la de ahora. Podemos deducir que todo esto que se refleja en la escuela le está pasando a la sociedad. Entonces la escuela como espacio público que recibe a todos los jóvenes diariamente, aparece como el lugar de escucha donde el alumno encuentra confianza con un docente, con un preceptor o un directivo y a partir de ahí se manifiesta. Y se están manifestando porque están conociendo lo que antes no se conocía, estamos trabajando los temas emergentes con la Educación Sexual Integral (ESI), la prevención en el consumo de drogas, la violencia que acontece no solo en el trato y en los vínculos entre ellos sino lo que les puede pasar en sus contextos familiares, los hechos de acoso y abuso. Cuando comienzan a conocer esas situaciones, reflexionan y dicen ‘en mi casa están pasando cosas, esto que me están informando es lo que me sucede’ y que tal vez, eso se daba en un círculo muy pequeño, prohibido para hablar y acá encuentra un lugar donde hablar.

- Contrariamente a lo que se pensaba trabajar, la ESI fue un disparador para que los niños o adolescentes pudieran reconocer distintas situaciones de violencia y abuso.

Seguro. Los temas del acoso, el abuso sexual y la violencia se desencadenan con el trabajo de la Educación Sexual Integral. Y por otro lado tenemos la prevención en drogadicción, son proyectos trasversales que se trabajan en todos los cursos, también vienen especialistas a dialogar y exponer con los estudiantes. Se trabaja desde la prevención y el conocimiento de los temas para que después cada estudiante pueda hacer una reflexión y pueda tomar decisiones acerca de cómo se vincula con el otro y en qué cuestiones tiene que tener precauciones.

- Cuando pasa alguna situación de violencia o abuso, ¿cómo lo manifiesta el estudiante?

Si el estudiante lo manifiesta directamente en su relato y dice quién lo está abusando debemos hacer un informe inmediatamente, hemos tenido casos, nos ponemos en contacto con UDER (Unidades de Desarrollo Regional) y procedemos juntos para trabajar. Tenemos la obligación de completar una ficha de vulneración de derechos en donde lo informamos a inspección y a UDER para que procedan. A la escuela no le compete denunciar, podemos escucharlos, orientarlos, acompañarlos, cuidarlos, porque eso lo que hacemos y después informamos al organismo que compete para que haga la intervención.

Violencia y abusos en escuelas: “Los chicos ahora reflexionan sobre lo que les está pasando”

- ¿Cómo se trabaja en red luego de que se detecta un hecho de violencia o abuso familiar?

Nosotros seguimos teniendo al estudiante en la escuela y tenemos que tener orientaciones para ver cómo seguimos en la preservación de su identidad y en su acompañamiento. Tenemos un protocolo denominado: ‘Pauta para la articulación y coordinación de acciones en el marco de la protección de derechos’. Son modelos que se nos brindan para distintas situaciones que puedan ocurrir en la vulneración de un derecho de un niño, niña o adolescente. Según se dé la situación, las orientaciones en los procedimientos de trabajo son distintas. Cuando sospechamos que el estudiante tiene alguna vulneración grave en el contexto familiar, recurrimos a informarlo a inspección, al EPAE (Equipo profesional de Acompañantes Escolares) y a la UDER para que intervenga la Justicia.

- ¿Cuándo comenzaron a detectar estos casos?

Este año fue conflictivo porque no habíamos tenido tantas situaciones anteriormente. Y casos en que se nos acercó un estudiante y habló de un abuso concretado fue recién este año. Hemos tenido situaciones a trabajar con el EPAE pero eran en cuanto a los vínculos que tienen los estudiantes con sus familiares. Y lamentablemente este 2019 fue el más crítico y me parece que es por la situación social y económica que estamos viviendo, la gente está muy golpeada, con falta de muchas cosas y creo que eso hace que tenga actitudes no deseadas. También se dan por situaciones reales que tenemos con las familias, estudiantes que comparten distintos núcleos familiares, separaciones, son situaciones que el joven trae a la escuela y uno las detecta por las actitudes que tienen en el aula.

- ¿Por ejemplo?

Muchas veces comienzan con problemas para vincularse con el otro, peleas, aislamientos, están poco motivados para aprender y trabajar, están como ausentes dentro del aula, entonces cuando uno les pregunta por qué trató así a tal o cual persona, el chico se manifiesta y generalmente son problemáticas familiares que tienen. Además este año se pusieron en agenda el abuso sexual y la violencia, entonces los chicos al conocerlos nosotros como institución comenzamos a fortalecer el tratamiento de estos temas. Así  es que comenzaron a hablar, a manifestarse y nos buscan a nosotros los docentes.

Fortalecer los vínculos de trabajo

Pese al trabajo que el establecimiento realiza en temas emergentes, Silvana Romagnoli insistió en la necesidad de fortalecer vínculos para que el acompañamiento de otros estamentos del Estado sean mayores.

“Como escuela tenemos que tender puentes a las otras entidades que nos acompañan, EPAE, UDER y la Justicia, pero ellos también tienen que elaborar políticas que faciliten formas y espacios de participación concertados entre los diferentes niveles y con los distintos actores sociales”, admitió.

Además pidió más acciones de capacitación, difusión y sensibilización que aporten al desarrollo de políticas públicas de prevención de la violencia familiar. “Hay que fortalecer las relaciones interinstitucionales entre todos los organismos. Y también las familias están necesitando mucho que las instituciones trabajen con ellas. La información sobre el acoso, el abuso y la violencia está pero hace falta que las familias puedan aprehender esos conocimientos”, cerró.

Dónde denunciar en San Francisco

En nuestra ciudad existen distintos lugares donde las víctimas de violencia familiar pueden radicar la denuncia. Una es la línea telefónica gratuita 0800-888-9898, de asesoramiento y denuncia de alcance provincial; otra, Secretaría de Violencia Familiar, en el segundo piso de los tribunales locales, cuyo teléfono es (03564) 475000 (Int. 4), de lunes a viernes, de 8 a 13.30; y la Unidad Regional 6 de Policía, en Libertador Sur esquina Libertad, línea telefónica 101.