Héctor Lesta y una historia de solidaridad espontánea

El pasado martes El Periódico contó la historia y se hizo eco del pedido de Mabel Zabala, madre de Hector Lesta (19), quien necesitaba urgente una silla de ruedas postural. El joven padece de hipomelanosis de ito, que le ocasionó retraso mental y discapacidad motriz.

Su mamá contó que los costos de ese tipo de sillas de ruedas son altísimos e imposibles de pagar para su familia, además indicó que los papeles para la pensión por discapacidad le fueron rechazados y por ende no podían acceder a una silla de esas características.

La mujer relató las dificultades que debe afrontar a diario. "Nos manejamos llevándolo upa a todos lados, sin embargo él ya está grande y esto se dificulta cada vez más. Está postrado, lo podemos sacar al comedor o al patio en una reposera para que tome aire, pero no es lo óptimo para su postura y no podemos llevarlo a ningún lado sin una silla postural", explicó.

"Lo llevé a estimulación, pero nunca llegó a caminar. Además, hice todos los trámites para la pensión, pero cuando fui a Tribunales me dijeron que había dos propiedades a mi nombre, yo tenía esas propiedades, pero ya no, y me rechazaron todos los papeles, quedó todo en la nada", contó Mabel.

"El costo de una silla de ruedas postural ronda los 50 mil pesos y mi marido es albañil, no nos alcanza para comprarla", comentó.

“Ahora vamos a poder a dar unas vueltas por el barrio, tomar un poco de aire", dijo Héctor, padre del joven.

Su caso tuvo una gran difusión, muchas personas se ofrecieron a ayudar a Héctor, pero fue la Fundación Un Tatuaje por una Sonrisa quién concretó el anhelado sueño. Rápidamente, Juan Pablo Rodríguez, presidente de la Fundación, se contactó con El Periódico para confirmar que tenían una silla para Héctor y que el mismo miércoles la traían a San Francisco.

Tras hacer desde este medio los contactos con la familia de Héctor, el miércoles en horas de la siesta se realizó la entrega, donde estuvieron presentes representantes de Red Solidaria San Francisco, quienes se acercaron para gestionar en los trámites para la pensión.

Los padres de Héctor relataron emocionados el cambio que significará para el joven contar con la silla para mejorar su calidad de vida. "Antes que nada quiero agradecerles a todos los que colaboraron, que fueron muchos, estoy muy emocionada. Esto significa poder sacarlo a pasear, ir a la plaza mucho más cómodo, cosas que antes no podía hacer porque estaba acostado y no lo podíamos mover. Se van a poder concretar muchas cosas a partir de ahora", señaló Mabel.

"Es grandote y pesado, antes nos movíamos en brazos o en remis y a uno no le da para pagar tanto en remises. Ahora con esta silla uno se moviliza mejor y sin gastos", agregó el papá.

"Lo llevábamos en la bicicleta, en una sillita, pero ahora está más grande y se hace más difícil. Hace rato que estaba en la pieza”, indicó el papá.

"Ni dudamos en hacerlo, esto surge del corazón"

Franco López fue el encargado de traer la silla desde Córdoba. Es colaborador de la Fundación que preside Juan Pablo Rodríguez y no dudaron a la hora de dar una mano. "Con Juan ni dudamos en hacerlo, esto surge del corazón como todo lo que se hace en la Fundación", comentó.

"La fundación ayuda mucho, no se miden las distancias ni esas cosas, se ayuda a la gente que necesita básicamente. En este caso, trajimos dos sillas para medir, bajamos la primera y es la que le anduvo, así que de diez", indicó.

Red Solidaria: "Somos intermediarios"

Marcelo Valverde y Verónica Boscarol, representantes de Red Solidaria San Francisco, también se acercaron para extender su mano a Héctor. "Quiero agradecer a Juan Pablo y a Franco de la Fundación Un Tatuaje por una Sonrisa que felizmente nos ganaron de mano y consiguieron la silla, nosotros vamos a iniciar los trámites para la pensión y para la silla que le corresponde a Héctor", contó Valverde.

"Estamos pendientes de la realidad de la ciudad y nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida a quienes lo necesitan. Sumamos nuestro granito de arena", agregó.

En tanto, Verónica señaló que seguirán de cerca el caso para que Héctor continúe mejorando su calidad de vida.  "Ahora vamos a acompañar a la familia en las gestiones pertinentes en lo que necesiten, vamos a continuar con el pedido de la silla a través de Cilsa, somos intermediarios entre la necesidad y la persona que tiene el recurso", indicó.

"La calidad de vida va a mejorar en todos los aspectos, va a poder levantarse de la cama y compartir actividades recreativas, va a poder empezar a asistir a un centro de día. Él estaba siempre en su casa por la dificultad de la movilidad en su traslado y realmente se van a lograr un montón de objetivos, va a poder salir y compartir espacios con los compañeros en una institución y los papás también van a poder relajarse un poco del cuidado", agregó.