Milagros Actis tiene 9 años y padece un leve retraso madurativo para el que necesita de medicación y asistencia de profesionales de la salud, pero tras la cuarentena obligatoria su familia se vio privada de sus ingresos ya que la pareja de la mamá fue despedido de una obra en construcción, y por ende su tratamiento médico y su salud corre riesgo.

Paola Actis, la madre de Mili y de Joaquín Andreggen, recurrió a las redes sociales y a El Periódico para relatar la difícil situación que atraviesan: “Mi marido trabajaba en una obra y al tercer día de la cuarentena lo echaron. Él estaba en blanco y tenía la obra social Ospecon, con lo cual podíamos hacer frente al tratamiento de mi nena. La cobertura se termina el 20 de junio y no sabemos qué hacer”.

Según explicó la mamá, Milagros padece déficit de atención e hiperactividad, y además de la medicación necesita de un tratamiento de diferentes profesionales. “Hace tres años que está con ese tratamiento que es de por vida, a ella la atienden un psicólogo, una maestra de apoyo y su psicopedagoga. Pero sin obra social no podemos afrontar los costos de esas atenciones”, dijo la mujer.

Retroceso

Paola se mostró preocupada que ante la falta de continuidad en su tratamiento su hija sufra algún retroceso en su salud. “Es importante por el desarrollo de ella, si corta su atención la nena puede retroceder. Empecé a dar particular, mi marido hace changuitas, la medicación la podemos comprar con esfuerzo, pero no podemos costear el tratamiento con los profesionales”, aseguró.  

Según la mamá, una de las soluciones es que su marido pueda volver al trabajo: “La empresa tiene habilitado para trabajar pero como no dejan a más de tres personas, no puede volver. Ellos arreglaron con el gremio de la UOCRA que la empresa los volvía a tomar a todos en ley. Por eso le pido a las autoridades que revean esta situación cuando hay obras en las que trabajan un montón de personas”, se quejó.

Por contactos para ayuda, aquellos que puedan colaborar pueden comunicarse al 3564 572570.