Unas 3.000 personas marcharon la tarde del lunes por las calles de Esperanza para reclamar justicia por el femicidio de Agustina Imvinkelried. Fue en la plaza San Martín de la ciudad santafesina donde, en medio del dolor y la angustia, los vecinos salieron a la calle para realizar un abrazo a la plaza.

Los aplausos, los rostros compungidos y las innumerables pancartas alusivas al triste episodio se unieron en aplausos pacíficos, en un encuentro y pedido que juntó a familias enteras de Esperanza y de localidades vecinas.

Un pueblo entero salió a reclamar justicia tras el femicidio de Agustina

"Nadie se preguntó cómo vestía el asesino", "Vivas y sin miedo nos queremos", "No es no", "Justicia por Agustina", "Somos el grito de las que ya no tienen", "Que nacer nena no sea una condena", fueron algunos de los lemas que se expresaron en carteles o consignas durante la marcha.

"Vinimos a acompañar y a expresar el dolor que sentimos como vecinos pero más aún como seres humanos. No queremos más femicidios. Hay que concientizar a todos y educar porque no se puede seguir así", le dijo a Clarín uno de los vecinos que se movilizó.

La marcha se diversificó en distintos puntos de la provincia. A la misma hora que en Esperanza hubo masivas movilizaciones en la ciudad de Santa Fe, en Rafaela y en Reconquista, entre otras.

Agustina Imvinkelried había salido a bailar el sábado por la noche y nunca regresó a su casa. Fue encontrada en un descampado con signos de violencia. El principal sospechoso, Pablo Trionfini se ahorcó en el garaje de su casa ubicada en calle Stein y Uruguay.

Según pudo averiguar Clarín, Trionfini fue registrado por cámaras de seguridad en la zona del boliche Teos a la misma hora que Agustina estaba dentro de la disco. Este dato y el aporte de dos testigos que vieron la conversación entre ambos, hizo que la investigación apuntara directamente contra Trionfini , un hombre sobre el que ya pesaban denuncias de su ex pareja por violencia de género.

Fuente: Clarín