A ocho días de la desaparición del submarino ARA San Juan, el vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, aseguró hoy que el Gobierno recibió información de que "hubo un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear, consistente con una explosión" en la zona del último contacto del navío.

Balbi detalló que la información fue recibida a través del embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, "El señor embajador en Austria [Grossi] es miembro también de la Organización de Control de Pruebas Nucleares, que cuenta con una red de estaciones sísmicas hidroacústicas para verificar precisamente la no realización de ensayos nucleares", explicó.

El vocero de la Armada dijo que la novedad "coincide" con el dato aportado ayer por la agencia internacional Ismerlo, especializada en el rescate de submarinos siniestrados, sobre el registro de un "ruido" a apenas 30 millas de la última localización del navío.

El hallazgo de la "anomalía hidroacústica" obligó, anoche, al envío de buques con capacidad de sonares y telefonía subacuática y dos aeronaves de Estados Unidos y Brasil, para que verifiquen si allí se encontraba el ARA San Juan. "Los dos informes dan casi el mismo punto y casi el mismo área. Estamos hablando de un área de 125 kilómetros de radio", precisó.

Balbi señaló que continúa el operativo para dar con el San Juan: "En consecuencia, seguimos buscando. Hasta tener evidencia concreta de dónde está el submarino y nuestros 44 tripulantes". Y añadió: "Hasta que no tengamos evidencia certera, no podemos afirmar ninguna afirmación concluyente, valga la redundancia".

Indignación de familiares

María Itatí Leguizamón, la esposa del cabo primero Germán Suárez, habló luego de ser notificada por la Armada sobre la explosión del submarino ARA San Juan y fue crítica con las autoridades.

"Acaban de darnos el parte: explotó el miércoles", afirmó Leguizamón en declaraciones televisivas. Itatí informó que "tras la explosión la nave se fue a los 3.000 metros de profundidad. Eso lo sabían desde el miércoles pasado".

Además, la mujer se atrevió a denunciar que "en 2014 el ARA San Juan estaba vacío, sólo lo pintaron y le pusieron la bandera". En medio del dolor, fue contundente: "No estaba en condiciones de navegabilidad". "Mandaron una mierda a navegar. No me voy a callar", agregó.

Y fue más allá: "Si alguien quiere tomar represalias, que lo haga". "Yo soy abogada. Le voy a hacer juicio a la Armada. No se lo van a olvidar nunca", añadió.

Fuentes: Agencias / La Nación.