Corea del Sur es el cuarto país con mayor cantidad de personas contagiadas de coronavirus. Los otros son China, Italia e Irán.

Pero los coreanos, que geográficamente se ubican a poco más de mil kilómetros de Wuhan, la ciudad china que fue el epicentro de la pandemia, son un ejemplo de cómo aplicar una estrategia exitosa. El país gobernado por Moon Jae-in consiguió una tasa de mortalidad menor al 1% de los infectados.

China aisló varias ciudades y construyó hospitales en menos de una semana para atender la emergencia, mientras que el Gobierno italiano decretó el aislamiento en todo el territorio peninsular.

“Corea del Sur adelantó una campaña agresiva para combatir el virus. Puso todo su sistema de salud a disposición para diagnosticar tempranamente la presencia del Covid-19 en los habitantes de zonas críticas del país”, explicó el periodista coreano Bugyeong Jung, según un informe publicado por la BBC.

Un ejemplo de ello es que, a pesar de que Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron el mismo día el primer caso de coronavirus en sus respectivos países (20 de enero), hasta esta semana el gobierno de Donald Trump había examinado a 4.300 personas en su territorio. Corea del Sur, en cambio, hizo el test en 196 mil personas.

“Ese método, aunque ha sido calificado de invasivo, logró salvar vidas”, explicó Jung.

Desierto. Una postal que se repite en muchos países. (AP)

Desierto. Una postal que se repite en muchos países. (AP)

Cuando estalló la epidemia, a finales de 2019 en el norte de China, se sabía que los países vecinos serían los primeros donde el nuevo virus aterrizaría.

El 20 de enero, Corea del Sur confirmó el primer caso. Pronto, el sistema de salud detectó el origen de la epidemia en su país: la ciudad de Daegu, en el norte, donde se presentaron tres cuartas partes del total de casos en Corea del Sur.

Y de ellos, el 63% de los contagiados estaban relacionados con el grupo religioso la Iglesia de Jesús de Shinchonji, un culto dedicado a expandir la idea de que su fundador, Lee Man-hee, es la segunda encarnación de Jesucristo.

País preparado

“Corea del Sur estaba preparada para afrontar esta epidemia desde el año pasado, cuando tuvo que enfrentar al MERS (el síndrome respiratorio de Medio Oriente)”, agregó Jung.

La estrategia fue clara desde el comienzo: una amplia red de diagnóstico y la reducción de la tasa de mortalidad como objetivo.

“Detectar el virus en sus etapas más tempranas es fundamental para poder identificar a las personas que lo tienen y, de esa forma, poder detener o demorar su expansión”, dijo el ministro de Salud, Park Neunghoo.

“Eso nos ha permitido también planear adecuadamente la atención en salud, debido a que sólo el 10% de los contagiados requiere hospitalización”, añadió.

El país, de poco más de 51 millones de habitantes, está controlando a 10 mil personas por día. Muchas personas que dieron positivo tenían síntomas leves.

Fuente: La Voz del Interior