Cortarte el cabello se ha convertido en un desafío en China ahora que la mayoría de las peluquerías se encuentran cerradas temporalmente para evitar las concentraciones de personas en medio del brote de coronavirus.

Los clientes deben mantener una distancia de al menos 1,5 metros (5 pies) entre cada silla _claro, en caso de que logren obtener una cita_. Las peluquerías deben contactar a los clientes con reservaciones el día de su cita para preguntar si tienen tos o fiebre, síntomas de neumonía causados por el virus que provoca COVID-19, según la información publicada en la Asociación de Estilistas y Belleza de Beijing.

"Ahora intentamos lavar el cabello más rápido y cancelar servicios innecesarios para reducir el tiempo con los clientes. Mantenemos la puerta abierta todos los días. Una vez que los clientes con reservación llegan, les desinfectamos las manos y las suelas de los zapatos'', dijo Fu Jun, fundador de JF Pro Salon. "Esas son las medidas que tomamos para garantizar la seguridad''.

 
Únicamente 130 peluquerías en Beijing recibieron permiso para operar el lunes, una pequeña fracción de las más de 20.000 en la capital china, comentó Fu.

De los ocho establecimientos de JF Pro Salon en Beijing, sólo cuatro han podido permanecer abiertos desde el 16 de febrero.

Fu dijo que el 40% de sus empleados ya volvió a trabajar. Los demás se encuentran en una cuarentena obligada por el gobierno para todos aquellos que salieron de la ciudad. Y algunos no han podido volver a la capital debido a las suspensiones en los servicios de transporte en varios lugares.

El lunes es el segundo día del segundo mes del calendario lunar chino, por lo general una época prometedora en la que las personas acuden en gran número a las peluquerías por un nuevo corte de cabello. Se cree que cambiar de imagen este día traerá suerte para el resto del año.