Nueve de cada diez argentinos opinan que debería ser obligatorio separar y reciclar los residuos, en tanto que un 95% coincide con que en las escuelas debería haber una materia curricular que eduque sobre la temática, reveló una encuesta sobre los hábitos en el país por el cuidado del medio ambiente.

El 91% considera que "la falta de políticas públicas es la principal causa que impide una mayor separación de residuos y el reciclado, sumado al 66% que también menciona a las marcas como responsables", de acuerdo con el informe "Los Argentinos y el Reciclado", difundido por la Asociación sin fines de lucro Ecoplas.

La investigación, que abarcó 2.077 casos en todo el país, se realizó con el objetivo de dimensionar y cuantificar el conocimiento y las prácticas de los argentinos en relación con el reciclaje en general y en tres dimensiones temáticas: educación, gestión del reciclado y economía circular.

Dentro del segmento de los entrevistados que afirmaron no reciclar, cerca de 8 de cada 10 manifestaron que le gustaría separar residuos, pero que no lo pueden hacer por falta de infraestructura (42%), desconocimiento (19%) y por no tener tiempo (17%).

Además, apenas el 3% respondió correctamente todas las consultas relacionadas con actividades de reciclado y separación. En esta línea, la educación fue destacada como el método más efectivo para mejorar las prácticas de reciclado mediante campañas de concientización y comunicación (43%), así como la existencia de una ley que obligue y regule el reciclaje (30%).

Por otro lado, un 68% de los encuestados consideró "que no hay contenedores específicos para depositar los residuos reciclables cerca de su casa".

En la región de Cuyo y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) fue donde más se detectaron estos puestos, mientras que en el noroeste y el nordeste argentino fueron los lugares donde menos se identificaron.

Conocimiento 

En relación con el conocimiento, los encuestados reconocieron numerosos materiales plásticos para ser reciclados: tapas plásticas (91%); botellas (90%); bandejas de plástico (74%); vajilla plástica (70%); envases (68%); bolsas (64%); sachets de leche (61%); sorbetes (61%); potes de helado (52%) y paquetes de fideos (50%).

Además, un 75% consideró que para reciclarlos deben estar lavados y secos, en tanto que el 10% sostuvo que deben ser ligeramente enjuagados, siendo esta última la respuesta correcta.

Sobre la economía circular, "aunque se piensa que el plástico no es amigable con el medioambiente, se considera que esto puede ser mitigado con buenas prácticas de reciclado", indicó el informe.

Con respecto a los aspectos positivos del plástico, los entrevistados tuvieron en cuenta la posibilidad de ser reciclado varias veces (68%) y su practicidad (55%), mientras que el 86% afirmó que compraría productos fabricados con plástico reciclado.

A excepción del caso de la comida -en la que cerca de un tercio se manifiesta en contra-, "los argentinos ven con buenos ojos utilizar envases plásticos reciclados para distintos productos de limpieza, higiene o bebidas", aseguró el estudio.

"Trabajamos diariamente en pos de la sustentabilidad pero también consideramos oportuno el establecimiento de políticas públicas, entre ellas la falta de infraestructura y educación, en conjunto con una ley de envases, que sirvan para impulsar el reciclado en nuestro territorio", declaró a Télam Verónica Ramos, directora Ejecutiva de Ecoplas. Agregó que "es primordial trabajar tanto en la educación como en establecer procesos comunes entre asociaciones, empresas y gobierno".

Deuda pendiente en San Francisco

La recolección diferenciada de residuos domiciliarios es todavía una deuda pendiente en San Francisco. Claro que no es algo de este municipio solamente, son varios en el país y la provincia de Córdoba los que a esta altura no pueden solucionar, aunque sea mínimamente, el problema de la basura.

En nuestros hogares no hay separación ni clasificación. En los espacios públicos hubo un intento con la colocación de cestos de tres colores diferentes, pero basta hurgar un poco sobre lo que hay dentro para saber que nadie respeta su función. Tampoco se aclara para qué sirve cada color. En barrio Catedral sí hubo un avance, cuando el centro vecinal decidió poner cestos exclusivos para botellas plásticas.

Si vemos la disposición final nos encontramos con otro problema, ya que no es la más adecuada. Un basural que en alguna oportunidad se convirtió en Relleno Sanitario pero que con los años volvió a su origen y a su desorganización.

Este punto será otra vez un desafío tanto para la empresa Ashira –todo hace suponer que continuará con el servicio cuando en 2020 se deba renovar- como para el gobierno municipal. No será nuevo ya que, en 2011, esta firma, según el pliego, debía presentar una propuesta y la modalidad de instrumentación para la recolección diferenciada de los residuos sólidos urbanos domiciliarios. Pero no se avanzó en estos ocho años. Mientras tanto, en municipios más chicos del departamento San Justo ya es un hecho desde hace varios años. Porteña, Freyre, Las Varillas y Devoto separan la basura. En el caso de la primera lo hace desde 1996.

Según el Presupuesto 2020, se prevé la instalación de una planta recicladora en el predio del exrelleno sanitario, algo que ya contemplaba el Presupuesto de este año.