La escena tuvo lugar en el subte de Nueva York, Estados Unidos. El pequeño, hipnotizado por la pantalla del celular de pasajero lindero, tenía muchas ganas de jugar con el artefacto tecnológico.

El hombre, atento sólo a su pantalla, siguió jugando sin reparar lo que estaba pasando a su izquierda.

​Hasta que, al girar la cabeza, ve que el pequeño pasajero sentado a su lado se moría de ganas por jugar también.

Entonces, la escena que pareciera utópica -al menos en la Argentina- comienza a cobrar vida: el hombre se saca los auriculares y le da su celular al pequeño para jugar.

Todo fue registrado por un pasajero sentado enfrente a el hombre y el niño.

Fuente: Vía País