Lejos de retroceder, las infecciones de transmisión sexual aumentan en Córdoba a un ritmo que algunos especialistas califican como “alarmante”. Cierto relajamiento respecto del uso del preservativo explica en parte el retorno de enfermedades que estaban en el olvido, como la sífilis.

El abandono de hábitos de prevención también explica en buena medida las nuevas transmisiones del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), muy temido en la década de 1990, pero que con la llegada de los antirretrovirales que permiten reducir complicaciones, muchos ya no la consideran de riesgo. Y se relajan.

El último reporte de VIH/sida, elaborado por el Área de Epidemiología del Ministerio de Salud de Córdoba, indica que la tasa de infectados continúa creciendo en curva ascendente (a razón de 12 nuevos casos por cada 100 mil habitantes).

El informe revela, además, que aumenta el nivel de instrucción en las personas recientemente diagnosticadas.

En el período comprendido entre 2017 y 2018, el 56,1 por ciento de los nuevos diagnósticos correspondieron a personas que tenían el secundario completo o más. La cifra aumentó en relación con 2015-2016, cuando el 53,7 por ciento tenía un alto nivel de instrucción.

Diosnel Bouchet, jefe del programa provincial de VIH/sida y ETS, explica que este fenómeno tiene que ver con una escasa autopercepción del riesgo. “Todavía se piensa que el sida es ‘cosa de pobres’ y no es así. Hay muchas personas que, teniendo una casa, dinero o acceso a la cultura, sospechan que a ellos nunca les va a pasar. Y sí que les pasa”.

Por su parte Hugo Roland, infectólogo y fundador del programa provincial de VIH, agregó: “El grupo de mayor instrucción se ha relajado en el uso del preservativo. Con la cultura de la profilaxis de preexposición, algunos toman pastillas para no usar condones y, entonces, aumenta la circulación del virus y otras infecciones de transmisión sexual”.

El alto nivel de instrucción también se comprobó con los testeos masivos de VIH y sífilis, que realiza el Ministerio de Salud provincial con el apoyo del Laboratorio Central de Córdoba. El 41 por ciento de la población evaluada tenía estudios universitarios o terciarios, de los cuales el 31 por ciento había finalizado ese nivel de formación (ver página 5).

Respuesta al tratamiento

La mayoría de los nuevos diagnósticos realizados en el hospital Rawson, donde funciona el programa, corresponden a estudiantes universitarios del interior provincial o del país, informó Bouchet. En primera instancia, no comparten la noticia con nadie. Pero, al cabo de unos meses, regresan con uno o dos amigos. Sus familias se enteran tarde, por casualidad.

El referente sostiene que uno de los tres picos de la epidemia se produce en varones adolescentes que mantienen relaciones no protegidas con personas del mismo sexo. El segundo aumento se da en mujeres en etapa de menopausia (entre 45 y 55 años) que también se relajan en el uso del preservativo. Y, finalmente, en adultos de mediana edad con parejas estables.

“La monogamia es un factor protector, pero no evita la transmisión en un 100 por ciento –aclara Miriam Maldonado, presidenta de la Sociedad de Infectología de Córdoba–. El 80 por ciento de mis pacientes, tanto en sector privado como público, son mujeres mayores de 60 años que tienen un esposo que les transmitió el virus”.

De acuerdo con el boletín epidemiológico, el año pasado se mantuvo el nivel de analfabetismo en los nuevos diagnósticos (4,3 por ciento) y bajaron las detecciones en personas con secundario incompleto (del 42 al 39,5 por ciento del total de casos). 

La vía de transmisión heterosexual aumentó del 56,5 al 61,2 por ciento. Mientras que la homosexual bajó del 42,6 al 38,4 por ciento. Las drogas intravenosas se mantuvieron en baja incidencia, con el 0,4 por ciento del total. 

Bouchet aclara que la adherencia a los tratamientos es mayor cuando el nivel de instrucción es alto. Y es por eso que también disminuye la tasa de mortalidad. 

“Una vez diagnosticadas, las personas instruidas toman la medicación y vienen a los controles. En cambio, aquellos con menos estudios están más ocupados con cosas urgentes o no tienen claro que este virus es inmunodepresor. Entonces, no se controlan”, acota el responsable del programa.

Diagnóstico 

Los tres especialistas coinciden en que las enfermedades de transmisión sexual siguen aumentando en Córdoba, en parte, por el poco uso del preservativo

“El VIH ya no asusta. Es tratable y los pacientes andan bien. Además, los condones que entrega el Estado son de mala calidad. También es cierto que aumenta la masa de personas que vive con el virus”, informa Bouchet. 

El especialista agrega que también aumentó la notificación de casos en Córdoba, a través de la búsqueda activa. 

En Argentina, el 20 por ciento de las personas que convive con el virus no conoce su diagnóstico y el 30 por ciento accede en forma tardía. “Hay personas que transcurren décadas o más transmitiendo la infección. Ya sea porque abandonaron el tratamiento o porque no están diagnosticados”, agrega. 

Roland insiste en que todas las epidemias tienden naturalmente a formar una meseta. Pero en el caso de las ETS, siguen creciendo en forma alarmante en Córdoba, con la sífilis a la cabeza. “Los avances que se habían hecho en torno al preservativo han retrocedido. Además, aumentó la circulación de los virus resistentes a los antivirales. También circula un gonococo, que viene del sudeste asiático, resistente a los antibióticos”. 

El especialista alerta que la Nación subejecuta los fondos del programa de VIH. “El año pasado, tuvimos que fraccionar la medicación, por falta de partidas. Y también recibimos menos preservativos”, indica, al tiempo que también advierte por la “microepidemia” de sida que se está dando en el departamento General San Martín, con Villa María a la cabeza. 

Para Maldonado, también aumentaron las conductas de riesgo entre los adolescentes, quienes tampoco reciben educación sexual en las escuelas.

El incremento del VIH se da en paralelo a los diagnósticos de sífilis, gonorrea y otras enfermedades supurativas. Esto llevó a la creación, en mayo de 2017, de una mesa interministerial encabezada por la cartera sanitaria local para la mejorar la detección de infecciones de transmisión vertical (que pasan de la madre al bebé). 

También se implementaron testeos masivos y se coordinaron estrategias con los centros de atención primaria de la provincia. 

El desafío ahora, explica Bouchet, es entregar condones en lugares no formales. Y continuar con los testeos rápidos en diferentes eventos, como los partidos de fútbol, ya que son los hombres los más resistentes a darse de cara con la verdad. 

Sólo dos de cada 10 usan siempre condón

Apenas el 23 por ciento de los cordobeses usa siempre preservativo en sus relaciones sexuales, según se desprende de las encuestas realizadas en los testeos comunitarios del Laboratorio Central de Córdoba. 

El programa, que acerca a la comunidad pruebas de VIH y de sífilis, detectó que el 45 por ciento “a veces” se coloca el condón y el 32 por ciento nunca lo hace. 

Desde febrero hasta noviembre de 2018, se realizaron 77 operativos en plazas, en recitales, en partidos de fútbol y en convocatorias masivas. De un total de 8.585 personas que accedieron a realizarse el test, el 61 por ciento era la primera vez que se estudiaba. 

Además de realizar la prueba, los agentes de salud pedían a los voluntarios que completaran una pequeña encuesta. De esos datos se desprendió que tenía estudios universitarios el 41 por ciento de quienes usaban el preservativo en forma incorrecta. 

“En Córdoba hay un aumento de casos de ETS, pero también una mejora en la notificación. Con los testeos rápidos, ayudamos a la comunidad a acceder a un diagnóstico que demora apenas 20 minutos. Ahí se realiza el primer discernimiento entre quienes tienen anticuerpos y los que no”, informó Diosnel Bouchet, jefe del programa de VIH/Sida y ETS. 

Los resultados 

A través de estos procedimientos, se detectaron anticuerpos para  sífilis en el 3,7 por ciento de las personas estudiadas. 

De ellas, siete de cada 10 accedieron a un estudio posterior, es decir, a la confirmación diagnóstica. Y allí se comprobó que apenas el 21 por ciento se había diagnosticado y tratado previamente. 

El promedio de edad entre los que tuvieron diagnóstico positivo fue de 29 años. En este grupo, el 80 por ciento se definió como heterosexual. Y el 83 por ciento usaba en forma incorrecta el preservativo, o bien no se lo colocaba nunca. 

Los testeos masivos también detectaron anticuerpos para VIH en el 0,4 por ciento del total de la población estudiada. De los 36 pacientes detectados, 29 fueron primeros diagnósticos (13 mujeres y 16 hombres), con un promedio de 32 años. 

“El desafío ahora es seguir realizando test en eventos masivos, como en los partidos de fútbol”, finalizó Bouchet. 

El referente del programa informó que los hombres siguen ofreciendo resistencia a la hora de hacerse estudiar. Y citó un ejemplo: en un partido de Talleres contra Defensa y Justicia, de los 56 mil hinchas que entraron al estadio, apenas 88 accedieron a hacerse la prueba.  

Una medida efectiva: acercar a la comunidad

En 2018, se realizaron 8.585 testeos rápidos de VIH y sífilis. 

El Laboratorio Central de la Provincia de Córdoba implementó un programa de testeos comunitarios en distintos eventos, como partidos de fútbol, recitales, plazas y convocatorias masivas. 

Desde febrero hasta noviembre, se realizaron 77 procedimientos con más de ocho mil personas. 

El 61 por ciento refirió que era la primera vez que se realizaba un análisis. 

El 0,3 por ciento dio positivo para VIH. El 3,7 por ciento, para sífilis. 

Fuente: La Voz del Interior