"Es hora de conquistar la libertad", dijo el hasta hoy preso político, acompañado por el presidente encargado.

Fue un amanecer agitado en Venezuela. Un grupo de militares y guardias nacionales antichavistas liberaron hoy al dirigente opositor Leopoldo López de su arresto domiciliario y luego tomaron la base aérea de La Carlota, en Caracas. Desde allí, el presidente encargado, Juan Guaidó, llamó al pueblo a sumarse al alzamiento militar en un video en el que aparece acompañado por el hasta hoy preso político.

"El primero de mayo empezó hoy", arengó el líder de la oposición. "Como presidente encargado de Venezuela, convoco a todos los soldados, a todos y toda la familia militar, en el marco de la Constitución, a acompañarnos en esta gesta. El llamado es a en este momento, en la sede militar de La Carlota a acompañar este proceso del cese definitivo de la usurpación", añadió el presidente del Parlamento, que había convocado para mañana a una gran manifestación de protesta nacional.

"Ha iniciado la fase definitiva para el cese de la usurpación, la Operación Libertad. He sido liberado por militares a la orden de la Constitución y del Presidente Guaidó. Estoy en la base La Carlota. Todos a movilizarnos. Es hora de conquistar la Libertad", escribió en la misma línea Leopoldo López en Twitter.

En el alzamiento participan oficiales de Aviación, guardias nacionales, más una parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y de la Policía, confirmaron a LA NACION fuentes del equipo de Guaidó.

Desde el gobierno, el vicepresidente, Jorge Rodríguez, habló de un golpe de Estado. "En estos momentos estamos enfrentando y desactivando a un reducido grupo de efectivos militares traidores que se posicionaron en el Distribuidor Altamira para promover un Golpe de Estado contra la Constitución y la paz de la República", dijo.

El Distribuidor Altamira se encuentra junto a la base aérea militar La Carlota, desde la que Guaidó ha su video, y en la avenida Libertador, que conduce al Palacio de Miraflores, sede de la presidencia.

Fuente: La Nación