Un bebé de 6 meses terminó con uno de sus pies quemados al explotar y prenderse fuego un teléfono celular en la localidad platense de San Carlos (Buenos Aires). El incidente ocurrió cuando la madre dejó sólo al menor en la cama, donde también se estaba cargando un smartphone.

El menor dormía en la cama de sus padres cuando el aparato, que estaba a su lado, habría estallado y el chico terminó con una lesión profunda que requerirá, en el mejor de los casos, un largo tratamiento ambulatorio.

El accidente que denunció la madre del nene herido ocurrió en una vivienda de San Carlos; concretamente, en 134 entre 35 bis y 36. Allí vive el matrimonio de Fiama y Nicolás, con Martino, su único hijo. El episodio sucedió en segundos: el joven llamó a su mujer para que ella viera un detalle de la obra que la pareja construye atrás del terreno, escucharon desde el fondo el llanto estridente del bebé, la madre corrió y al entrar a su cuarto se encontró con el cubrecamas en llamas y el pie izquierdo del chiquito ardiendo.

"Lo alcé, lo llevé enseguida al baño para mojarle bien el pie, le puse la pomada para quemaduras y con mi marido corrimos al Hospital Italiano, de donde, por la gravedad de la herida, que nos dijeron fue grado ab, nos derivaron al servicio del Quemados del Hospital de Niños, que es especializado", contó Fiama al diario El Día, un poco más aliviada después del susto y la angustia vividos.

Con la irrupción de la telefonía celular en la vida cotidiana y el uso frecuente de las baterías de litio como energía para hacerlos funcionar, se han conocido episodios de explosiones de equipos móviles.

Los aparatos estallan, según explican los expertos, porque uno de los compuestos utilizados para la fabricación de las baterías es el óxido de cobalto, que tiende a despedir mucho calor. Si se produce el recalentamiento y son afectados otros componentes del artefacto se llega a la chispa y luego viene la explosión.

El tratamiento

El pie de Martino quedó, antes de recibir las primeras curaciones, "en carne viva", según describió el cuadro la madre del nene. Es que se trató, de acuerdo a lo que le informaron a la mujer los médicos, de una quemadura de un grado elevado (aunque no la de mayor gravedad), con afectación de más de una capa de la piel y riesgo de un compromiso de los plexos nerviosos superficiales.

"Por ahora tiene que hacerse un control diario, con curaciones, todos los días, y si se salva de la cirugía igual va a tener que seguir un tratamiento de seis meses", indicó la mamá del bebé que, desde que tuvo el accidente lleva su pie izquierdo envuelto en una gruesa venda.