El incendio forestal que se registra en el departamento Cruz del Eje, que se inició hace 17 días en cercanías de La Cumbre, fue controlado por los bomberos en algunos sectores y se mantiene la guardia de cenizas en otros puntos, mientras que en Achiras, al sur de la provincia de Córdoba, el fuego se mantiene activo.

“Hay sectores controlados y otros en guardia de cenizas, pero hay que asegurar un perímetro muy extenso para que no haya reinicios”, dijo el director general de Defensa Civil, Diego Concha, quien sostuvo que la mayor preocupación pasa ahora por el siniestro del departamento Río Cuarto.

En las sierras del sur de Córdoba el incendio va en dirección de Achiras, lugar donde trabajan 150 bomberos voluntarios con tres aviones hidrantes y un vigía; además de los 20 brigadistas de Nación que ya están en el lugar y otros 40 que llegarán en las próximas horas, precisó el funcionario.

El ministro de Seguridad provincial, Alfonso Mosquera, estuvo hoy en el Centro de Operaciones montado en Villa de Soto, donde analizó la situación de las últimas semanas, y precisó que los daños abarcaron muchos sectores.

“Si bien fue muy crítica la tarea de bomberos voluntarios, también lo fue para la gente, el pequeño productor, el chacarero, el campesino que vio perder el esfuerzo de tantos años, por eso el compromiso que hizo público el gobernador (Juan Schiaretti) de mitigar los efectos y daños económicos y al mismo tiempo comenzar con la remediación de nuestro medio ambiente”, dijo Mosquera.

En la reunión que mantuvieron, Concha y Mosquera analizaron el comportamiento de los fuegos, que en algunos momentos llegaron a ser explosivos, y que durante 17 días la prioridad fue proteger la vida de los vecinos, las viviendas y los demás bienes de la comunidad.

También se remarcó que hubo incendios en cinco departamentos de la provincia en simultáneo a los que “se les dio respuesta en tiempo y forma”, y que existió “una incidencia notable de la meteorología sobre el avance de las llamas y la operatividad de los medios aéreos” que, en diferentes ocasiones, no pudieron operar por los fuertes vientos o porque la visibilidad para los pilotos era nula.