Desde que se desató la crisis, hace más de un año, el financiamiento al sector privado es cada vez menor, mientras el sistema bancario absorbe cada vez más dinero. Así, el lubricante que aceita la actividad económica se secó y la recesión se hace notar.

La diferencia entre la cantidad de dinero que el sistema bancario recibe de los privados en depósitos y el monto que vuelca en forma de préstamos es un indicador del impulso que los bancos dan o quitan a la actividad.

Tras el fin de la convertibilidad, el sistema financiero tuvo, en general, menos cantidad de préstamos que depósitos, pero el último año esa brecha se agravó.

Los últimos datos del Banco Central muestran que, al final del primer trimestre de 2019, esa diferencia se triplicó en la provincia de Córdoba: mientras el 31 de marzo del año pasado el stock de créditos al sector privado era del 88,2 por ciento de los montos depositados, en igual día de este año cayó al 66,75 por ciento. Es decir, la brecha pasó del 12 al 33 por ciento.

Así, el sistema bancario está “secando” la economía, al extraer los pesos que necesita para funcionar. Esto explica la parálisis de la actividad y es una consecuencia directa de la política monetaria contractiva (con tasas reales muy elevadas) que implementa el Banco Central.

Si los porcentajes se plasman en cantidades, se puede ver que, mientras hace un año los bancos cordobeses absorbían 15.809,4 millones de pesos más que lo que volcaban como financiamiento a la economía local, ahora son 73.090 millones de pesos que se depositan y no se prestan (es un 200 por ciento más, deflactado por inflación).

Comportamiento dispar

El incremento de esa distancia es el resultado de la diferente evolución de los préstamos y los depósitos en Córdoba.

Las colocaciones del sector privado en el sistema bancario crecieron 63,8 por ciento en pesos entre el marzo de 2018 e igual mes de 2019, desde 134.166,6 millones hasta 219.800,6 millones de pesos, por encima de la inflación interanual, de 54,7 por ciento.

Este proceso fue acompañado por la dolarización de los depósitos: los nominados en moneda nacional sólo avanzaron 40,4 por ciento y los que están en moneda extranjera crecieron 165,4 por ciento (medidos en pesos), incluso más que la suba del tipo de cambio de referencia (que pasó de 20,14 a 43,53 pesos, 116 por ciento más).

En cambio, los préstamos totales a empresas y a familias sólo se elevaron 24 por ciento, de 118.357,2 millones a 146.710,5 millones de pesos, menos de la mitad que la inflación del período, lo que implica una fuerte caída en términos reales. El nivel de financiamiento al final de marzo es incluso menor que el de fin de septiembre de 2018 en montos nominales, pese a la suba de precios de los últimos meses.

En el primer trimestre de 2019, aumentó el crédito nominal respecto del piso de fin de 2018, pero esta alza de 3,7 por ciento fue mucho menor que la inflación acumulada entre enero y marzo últimos (11,8 por ciento). Incluso el alza de los depósitos de los privados fue inferior: 9,6 por ciento.

Mientras se mantenga la tendencia que se verificó en los últimos cuatro trimestres, de un crecimiento de las colocaciones mucho mayor al aumento del financiamiento, la actividad económica difícilmente se recuperará, ya que no tendrá dinero para hacerlo. Por eso, la evolución de la brecha de préstamos y de depósitos es una variable clave que hay que seguir

Qué pasó en cada lugar

En la provincia, los datos del Banco Central detallan lo que sucede en los principales departamentos. En Capital, que concentra 42,6 por ciento de los préstamos y el 51,5 por ciento de los depósitos, la diferencia entre ambos supera el total provincial: el monto de los primeros era el 78 por ciento de las colocaciones hace un año y bajó a sólo 55 por ciento en marzo último.

En el resto de la provincia, los departamentos más importantes muestran una situación mejor que la Capital, pero en todos la brecha se deterioró. Incluso aquellos que tenían más préstamos que depósitos en marzo de 2018 (General San Martín, Marcos Juárez, Río Cuarto, Río Primero, San Justo, Unión) revirtieron la relación este año.

A nivel país, similar a la provincia

Los préstamos del sector privado aumentaron 26 por ciento (de 1,75 billones a 2,21 billones de pesos), mientras que los depósitos se incrementaron 73,8 por ciento (de 2,01 billones a 3,5 billones). 

La brecha entre ambos en todo el país es similar a la de la provincia y a la de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Fuente: La Voz del Interior