El empresario Ricardo Dutra había sido detenido por violar el aislamiento el jueves pasado en su lujoso departamento ubicado en las Maui Towers, con vista al Río Paraná, en Rosario. El domingo, Dutra pagó una fianza de un millón de pesos para salir, tras comprobarse que había violado la cuarentena 14 veces. Al otro día, el empresario ya estaba en libertad y salió a trabajar. Otra vez la había infringido y quedó detenido. Hasta hoy, que un juez le dio la libertad.


La historia de Dutra incumpliendo la cuarentena comenzó hace 18 días cuando su esposa llegó de Estados Unidos en plena expansión del coronavirus. El hombre, de 62 años, es un conocido empresario gastronómico en la ciudad de Rosario. Dutra integra el directorio de la empresa Catering Gourmet SRL, junto a otro hombre de su familia. La firma había quedado en el ojo de la polémica porque fue acusada de dar comida en mal estado en febrero pasado en distintos hospitales de esa ciudad. Su nombre en Rosario es conocido.


Cuando se decretó el aislamiento obligatorio, la esposa de Dutra había llegado de Estados Unidos hacía cuatro días. Los vecinos del empresario estaban al tanto de la situación y veían que el hombre iba y venia sin cumplir la norma. Lo denunciaron.
 
Entonces, agentes de la policía de Santa Fe se dirigieron a las Maui Towers. Allí, lo detuvieron con prisión domiciliaria. Cuatro días después, los efectivos junto a la Justicia volvieron al complejo. Dutra había violado otra vez el decreto. Cuando los fiscales entraron al departamento, Dutra, envalentonado por la situación, comenzó insultarlos porque insistía que no era cierta la acusación. Lo que había pasado era que aquel día, el 26 de marzo, se había viralizado un certificado a su nombre para poder circular con el membrete del a su nombre a su nombre .

Así, los investigadores allanaron su domicilio y esta vez sí, lo llevaron detenido. Según puso saber infobae, en aquel operativo, los pesquisas a cargo del fiscal Gustavo Ponce, secuestraron teléfonos, dispositivos, las imágenes de las cámaras del complejo y un GPS. Allí estaba la evidencia y, según fuentes judiciales, se corroboró que el hombre no había cumplido la cuarentena, de vuelta. Le colocaron las esposas y se lo llevaron detenido a la comisaría 5ª.


Dutra estuvo alojado en un calabozo hasta el domingo. Ese día, la Justicia resolvió que pague una fianza de un millón de pesos para salir en libertad. El lunes el empresario transfirió el dinero y volvió a su casa. Pocas horas más tarde, Dutra decidió salir a trabajar.


Volvieron a sonar las líneas para denunciar a personas que incumplen la cuarentena y los oficiales lo fueron a buscar a su departamento para detenerlo. Dutra no se encontraba y lo contactaron telefónicamente. Con la seguridad de que estaba en todo su derecho, llegó a al comisaria 5ª junto a su abogado, Varela, que sostenía que Dutra se encuentra dentro de las excepciones. “Es una empresa del rubro alimenticio y vinculada a la salud. Entraba en dos excepciones”, sustuvo el letrado. De todas formas, volvió al calabozo. Hasta hoy.

El juez Nicolás Fappiani resolvió: “Dutra se encuentran dentro de las excepciones previstas en el DNU 297/20, y por lo tanto, tampoco resulta típico el accionar de Dutra, y por lo tanto, al no abastecerse la apariencia de responsabilidad, ni de la existencia de un riesgo procesal, se rechaza el pedido del fiscal interviniente de prisión preventiva del imputado y de disponer la inmediata libertad, previa constitución de domicilio”.


El ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, se hizo eco de la resolución y escribió en su cuenta de Twitter: “Es enorme el daño institucional que genera Foppiani con esta interpretación porfiada e infundada al enorme esfuerzo que viene haciendo el MPA y la Policia de Santa Fe para evitar muertes”.

Según detalló Varela, hoy Dutra puede circular gracias a que ya cuenta con un certificado. Aunque voceros del ministerio de Seguridad sostuvieron: “El tema es que la esposa llegó de Estados Unidos, y por más que sea el presidente, tiene que hacer la cuarentena, y para poder salir como ´empresario de catering´ también necesita una autorización”.

Fuente: Infobae