Bajo la consigna "contra el ajuste que ordena el FMI", el Frente de Izquierda Unidad realizará este miércoles 7 de agosto su cierre de campaña con un acto en Buenos Aires frente al Congreso, el cual será encabezado por los precandidatos a presidente y vice, Nicolás del Caño y Romina del Plá.

Tras un recorrido por varias provincias, los postulantes pondrán fin a las movidas proselitistas previas a las primarias del domingo, con una actividad que se iniciará a las 18. El frente electoral organizó para el cierre una presentación audiovisual y proyecciones que se realizarán sobre la fachada del palacio legislativo.

"Solo quien vota al Frente de Izquierda-Unidad sabe lo que está votando", subrayó Del Caño al recorrer días atrás la feria Tecnópolis, en la localidad bonaerense de Villa Martelli, junto al precandidato a gobernador Christian Castillo.

"Nos encontramos en el tramo final de esta campaña hecha a pulmón y podemos decir que queda muy claro, luego de ver tanto panquequismo, que solo quien vota al frente de Izquierda Unidad sabe lo que está votando. Porque somos los que estuvimos y vamos a estar siempre: luchando por trabajo estable, por el derecho a poder estudiar, defendiendo a nuestros jubilados y los derechos de las mujeres. No hay sorpresas y panqueques", enfatizó el diputado. Y expresó: "Llamamos a defender el voto al Frente de Izquierda Unidad y a ser miles de fiscales. Somos la única corriente política que no tiene fiscales pagos, son todos militantes y colaboradores".

Nacionalizar la producción de energía

Días atrás, Del Caño visitó Neuquén con su campaña. Allí dialogó con el diario La Mañana y no se anduvo con vueltas: “Nosotros promovemos la nacionalización de la producción energética bajo control de los trabajadores y con la opinión vinculante de las comunidades originarias”. 

¿Cómo afecta la polarización a la izquierda?

Nosotros tenemos que sortear primero este mensaje y luego dejar claro que el voto al Frente de Izquierda Unidad es el voto útil para enfrentar a las patronales.

¿Que en la polarización el kirchnerismo sea oposición y el macrismo gobierno le cambia en algo el escenario a la izquierda respecto de 2015?

El Frente de Todos apunta a tomar elementos que históricamente planteó la izquierda y a plantear la idea del “malmenorismo”, es decir, hay que sacar a Macri sin importar cómo. Con esa lógica rememoran una experiencia nefasta como fue la Alianza que llevó a (Fernando) De la Rúa al poder. Le podrían haber puesto 2Alianza de Todos” porque están todos los sectores de centro izquierda, con la CTA, que llevaron a De la Rúa al poder para sacar a (Carlos) Menem, que ahora dicen que hay que sacar a Macri, pero no tienen un programa para enfrentar los intereses con los poderosos.

En concreto, ¿para ustedes es más fácil o más difícil tener al kirchnerismo en la oposición?

Es más complicado porque hacen demagogia.

¿Cuál es el proyecto de la izquierda para Vaca Muerta?

Nosotros tenemos un proyecto que plantea la nacionalización de todo el sistema energético, incluidos los hidrocarburos. Lo central de nuestro proyecto es que todo esté gestionado por las trabajadoras y trabajadores, que contemple el cuidado del medioambiente y la opinión de las comunidades originarias. Planteamos que eso recursos no sean saqueados por las multinacionales, que están levantándola en pala. Y, además, vamos en contra de la flexibilización laboral, que fue el marco para la muerte de ocho trabajadores desde que se aplicó.

¿Cómo se financiarían las inversiones con un modelo de producción nacionalizado?

Hay muchos recursos para invertir. Primero, la fuga de capitales en Argentina llegó a 3000 millones de dólares en la era Macri. Ahí hay recursos para invertir en el desarrollo energético.

Esa fuga de capitales es posible porque entran dólares del FMI, que no estarían en el caso de que gobierne la izquierda...

También está el pago de la deuda, que se puede redestinar a inversiones energéticas. Hay múltiples recursos para invertir. Los recursos que genera el campo también pueden destinarse a inversiones. Para invertir hay recursos.

¿Las multinacionales y grandes empresas tendrían algún papel?

En el caso de que haya necesidad de traer tecnología, no estamos en contra de hacer acuerdos con una multinacional. Estamos en contra de que se haga en las condiciones en las que hizo el pacto con Chevron, que incluyó cláusulas secretas en beneficio de la multinacional y no a favor del desarrollo de las grandes mayorías. La clave es tener en cuenta en función de qué intereses se hacen esos acuerdos y quién gana con ellos. Acá ganan las multinacionales por goleada. Y termina pasando que a cinco minutos de los yacimientos de Vaca Muerta las familias no tienen gas natural.

Hay un tema central para el Gobierno que no se está discutiendo en la campaña, aunque está en los medios y en los discursos: la reforma laboral.

Estoy completamente de acuerdo, es un tema principal que lo retiraron de los objetivos del Gobierno después de las elecciones de 2017 por la fuerte movilización popular que se produjo con la reforma previsional, que era parte del paquete. Una movilización que se impuso desde abajo, me acuerdo que la CGT convocó a un paro sin fecha. La reforma previsional salió con los votos del peronismo. Ahí se vio qué fuerzas están con los jubilados y los trabajadores y cuáles no.

¿El futuro gobierno tendrá mejores condiciones para hacerla?

El oficialismo quiere. (Roberto) Lavagna también dice que hay que hacer la reforma y (Guillermo) Nielsen, que es el economista de Alberto Fernández, coincide. Nosotros somos la garantía del rechazo a la reforma.