Alrededor de 300 mil personas participaron este fin de semana de la 39na. peregrinación juvenil a Itatí, donde el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el obispo Oscar Ojea, pidió hoy rezar por “todos los jóvenes de la patria” en especial por los que “no trabajan, ni estudian” y que se ven impedidos de crecer “por una sociedad que se va cerrando y es vieja”.

Asimismo, las agrupaciones juveniles dieron a conocer en la misa de cierre que se realizó esta mañana en la escalinata de ingreso a la basílica de Itatí un manifiesto “en defensa de la vida” y en el que advirtieron que “hay muchos jóvenes que sufren la cultura de la muerte”.

 
Ojea, obispo de San Isidro y jefe del Episcopado, destacó en su homilía de hoy “el coraje de los caminantes que pese al calor, dificultades y los calambres” marcharon desde ayer a pie por la ruta 12 a lo largo de varios kilómetros y señaló que “el cuerpo también reza con nuestro cansancio”.

 
 
“Pedimos por todos los jóvenes de la patria, por aquellos que no trabajan ni estudian y que se ven impedidos en su posibilidad de crecer por una sociedad que se va cerrando que es vieja en muchos sentidos y aspectos”, añadió el prelado durante la misa que celebró junto a los obispos del NEA.

En ese marco, abogó para que esos jóvenes “puedan tener el camino despejado para descubrir su propia vocación” y llamó a “entender que el sentido de nuestra vida es servir”.

Ojea también volvió a manifestar elípticamente la postura de la Iglesia contra el aborto al recordar el relato bíblico del embarazo de la virgen María al señalar el “problema para esa joven” que se planteaba qué le iba “a decir a José, su prometido, por este hijo que aparece, o a sus padres y vecinos en una sociedad tremenda donde la mujer era condenada a muerte por adulterio y, sin embargo, con coraje la Virgen se abandona totalmente en Dios por la misión de ser la madre y llevar a Jesús” a la vida.

 
Asimismo, Ojea apuntó que “aquello que es sombra en nuestra vida se puede transformar” con un arrepentimiento “puro y verdadero” y le aseguró a los feligreses que “nunca vamos a estar solos porque tenemos familia. La Iglesia, con sus luces y sus sombras, es nuestra familia” por lo que instó a vivir “con alegría nuestras vocaciones”.

Fuente: La Voz del Interior