El 86 por ciento de la población argentina consume a diario menos porciones de lácteos que lo recomendado por las autoridades de Salud de la Nación, una tendencia que está en línea con los datos a nivel mundial, reveló hoy una encuesta que dio a conocer algunos mitos y creencias que circulan en el país acerca de la leche.

El reporte, elaborado por la empresa Kantar, que fue presentado hoy en la ciudad de Buenos Aires, se confeccionó sobre la base de 1.205 casos representativos del país. Allí también se indagó sobre cuánto saben las personas acerca de los lácteos, cifras que pueden ayudar a "derribar mitos y creencias a partir de la divulgación de información confiable y basada en la ciencia sobre la alimentación", afirmó Mónica Katz, nutricionista y presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

Según el estudio, 9 de cada 10 argentinos reconocen como falso que la leche sea un producto sólo para niños, y 7 de cada 10 saben que es falso que los lácteos aumenten el riesgo de padecer osteoporosis y puedan generar caries. Sin embargo, "es muy alta la proporción de argentinos (69%) que cree que los intolerantes a la lactosa no pueden consumir lácteos", reveló el informe, que señaló que "prima el desconocimiento" en cuanto a "la comparación de leche y extractos de semilla, almendra y soja".

"Nadie dice que no se puedan tomar bebidas de soja o almendras, pero lo que tenemos que saber es que eso no es leche", sostuvo Katz.

En este sentido, enfatizó en la necesidad de que se divulgue información confiable y basada en evidencia científica sobre la alimentación, y opinó que es recomendable que además de las herramientas formales (como rotuladores de alimentos o guías alimentarias) se implementen otros caminos.

Como conclusión, el estudio "recomienda diseñar acciones tendientes a generar conocimiento respecto a los beneficios de los lácteos, con el fin de derribar mitos y fomentar su consumo", así como una segunda etapa donde se indaguen los motivos de la baja de su consumo.