La cuota de la casa de un plan federal de viviendas, de las construidas hace una década, cuesta hoy un 10 por ciento menos, o menos aún, de lo que paga una familia que alquila un inmueble similar.

Pero entre tres y cuatro de cada 10 adjudicatarios no tienen el pago de esas cuotas al día, según un dato coincidente relevado por este diario en tres ciudades cordobesas. Ese nivel de morosidad se da en similares términos en Villa María, Río Tercero y Jesús María.

Desde el Ministerio de Obras Públicas y Financiamiento de la Provincia se admitió que, en el promedio de todo el territorio cordobés –incluyendo Capital e interior–, la mora se ubica en esos números, aunque con matices según las regiones.

El dato inquieta sobre todo en los municipios, que son la garantía con su coparticipación del pago ante la Nación o ante la Provincia de esos planes oficiales.

En Río Tercero, por ejemplo, el 38 por ciento está adeudando los 489 pesos mensuales en las 300 viviendas construidas hace una década en el barrio Héroes de Malvinas. Poco antes se terminaron otras 80 en barrio Cabero, también por el Plan Federal, y allí la mora es idéntica, con cuotas de 390 pesos por mes.

El municipio riotercerense informó que, de las 380 casas construidas en esos dos últimos planes oficiales, 146 están en mora. Mientras, de otros planes aun anteriores, se suman otros 99 deudores.

Entre todos, de esos 245 adjudicatarios en mora, la deuda asciende a 2.176.870 pesos, según el dato aportado por el Gobierno municipal a este diario. El municipio riotercerense ha intimado a los vecinos con deudas y hasta amenaza con realizar juicios de desalojos.

El Gobierno nacional financió la construcción de esas viviendas, que licitaba la Provincia. Pero los municipios asumían la garantía de reintegro. Si no pagan, se les descuenta de la coparticipación que reciben.

Similares

No es diferente el panorama en Villa María, donde se construyó un plan de 400 viviendas en barrio Malvinas Argentinas, por pagar en 300 cuotas que hoy valen 389 a 400 pesos, así como otras 203 similares en barrio Evita.

En ese último caso, el plan era de 250 casas, pero 47 aún están en construcción, y, en ese caso, el precio actualizado es de 1.500 a 1.900 pesos mensuales para las aún no entregadas.

En el municipio villamariense informaron que “desde mediados de septiembre se encuentra vigente el Régimen Extraordinario de Flexibilización de Pagos Adeudados, para el acceso a planes de pago de deudas por tasas municipales o no tributarias (como los planes de viviendas), con importantes quitas de intereses”.

Desde esa Municipalidad se consignó que en el plan de 400 viviendas está hoy en mora el 29 por ciento de los adjudicatarios, y en el de 203 unidades, la mora llega al 37 por ciento. Hace un año, el nivel de morosidad era muy superior, pero, entre las intimaciones y la difusión de esa situación, se elevó el nivel de cumplimiento.

En Jesús María, en tanto, el municipio viene emitiendo intimaciones por falta de pago. Cuando el atraso es de dos meses, se activa el mecanismo del aviso de deuda. Entre los beneficiarios del Plan Federal –con el que se construyó el barrio Santa Elena–, la mora en el pago de las cuotas orilla el 30 por ciento del total, según se admitió. Son cuotas de entre 300 y 450 pesos mensuales, casi fijas.

La morosidad en algunos llevó a ese municipio, en el último tiempo, a emitir en cuatro oportunidades decretos de desalojo, pero ante esa acción los propietarios regularizaron la deuda y evitaron perder el beneficio.

Con todos los servicios

En la mayoría de los últimos barrios oficiales construidos, las viviendas fueron entregadas con todos los servicios, incluidos asfalto, cloacas y gas natural. En los más grandes, la Provincia sumaba escuela y dispensario a esa infraestructura.

También, en general, el pago por los terrenos –que debían disponer los municipios– era más bajo para los adjudicatarios que el valor de mercado para un sitio similar.

Las cuotas en planes de 25 o 30 años son casi fijas y se van desactualizando con la inflación.

En los municipios remarcan que a las viviendas de los planes federales no accedieron familias de escasos recursos, sino de clase media, que podían presentar garantías para el pago de las cuotas y que hasta entonces, en la mayoría de los casos, alquilaban.

Se menciona, además, que la mayoría –en esos planes– ha realizado mejoras y ampliaciones. En ese marco, plantean justificaciones para intimar el pago que, ante casos de mora, debe afrontar el resto de la comunidad a través de los presupuestos municipales.

Desde el área del Gobierno provincial ligada al tema, se admitió ayer que existe preocupación por el nivel de morosidad, se mencionó que no es un fenómeno nuevo y se adelantó que se evalúan nuevos “barridos” para relevar los casos, entre otras medidas. “En general, la mora no está ligada a la falta de recursos, sino a una cuestión cultural arraigada”, se mencionó.¨

Menos barrios oficiales en los últimos años

Desde hace unos cinco o seis años, la construcción de nuevos planes de vivienda con fondos oficiales de la Nación o de la Provincia decayó, en relación con una década atrás. Los nuevos barrios de planes estatales son escasos en el último tiempo. En junio de 2016, la Dirección de la Vivienda de la Provincia puso en marcha un plan ante la elevada mora en el pago de cuotas al ex-IPV. De los 20.100 beneficiarios que tenían algún tipo de deuda, hacia febrero de 2017 quedaban en mora unos 11.500. Ahora, la Provincia evalúa nuevas medidas para mejorar la tasa de recuperación. 

Fuente: La Voz del Interior