El plazo dado ayer por el juez Sérgio Moro para que el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se entregue voluntariamente en la sede de la Policía Federal de Curitiba venció a las 17 (hora local y de Argentina), mientras el líder del PT seguía dentro del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en el gran San Pablo, junto a miles de simpatizantes.