Cerca de 50 personas por día se atienden de lunes a viernes entre las 6:30 y las 13:30 en el dispensario de barrio La Milka, uno de los diez que existen en nuestra ciudad.

En el espacio, así como en el resto de los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), funciona clínica médica, pediatría, obstetricia, ginecología, enfermería y, en algunos, odontología.

El trabajo en los dispensarios

Los horarios no son fijos, sino que se establecen de acuerdo a la demanda, que por esta época es intensa debido al comienzo de las clases y a la necesidad de presentar los certificados de salud de los niños en las distintas escuelas.

Equipo de trabajo

Parte de la organización recae en Ana Aguirre, enfermera, quien hace nueve años se desempeña en ese lugar, aunque ya acusa 33 años de trabajo en su profesión. “Cada CAPS trabaja distinto, eso lo maneja cada enfermera que son las que conocen a su población a cargo”, explica.

En su caso, Aguirre recibe el apoyo de una secretaria que es quien recepciona a los pacientes. El dispensario también cuenta con personal de maestranza. “Gracias a Dios es un equipo grande de trabajo y nos llevamos muy bien”, resume.

El trabajo en los dispensarios

Especialidades

En La Milka, como en el resto de los CAPS, desfilan numerosos niños debido a que una de las especialidades existentes es pediatría. En el lugar, generalmente para los controles de salud de niños sanos así como para la realización de los certificados de salud se trabaja con turnos. Pero cuando un niño padece una patología o se encuentra enfermo, su atención es prioridad.

Para clínica médica, ginecología y odontología también suele trabajarse con turnos. En esta última específicamente, es el profesional quien dispone la cantidad de turnos de acuerdo al tiempo que le lleve la atención a cada paciente. “Pero se atiende a todo el mundo”, aclara la enfermera.

Enfermería

En el espacio, además, se hacen vacunaciones, curaciones, controles de glucemia y presión arterial, se colocan inyectables y se expenden medicamentos, tanto por “Remediar” como a través del “Programa Provincial de Paternidad y Maternidad Responsable”. Además, se facilitan  anticonceptivos.

Pacientes

Los pacientes tienen distintas edades y son en su mayoría vecinos del barrio o sectores cercanos. También se atiende a vecinos de la ciudad de Frontera. “Hay buena comunicación y buena relación con los colegas de la vecina localidad”, resalta Aguirre.

Y destaca que se trabaja con todo el grupo familiar. “Se empieza con el niño y en la consulta se invita al resto de la familia, siempre con mucho respeto. Es nuestra tarea”, resume.

El trabajo en los dispensarios

Detección temprana

Ana cuenta que algunos niños son derivados a un segundo nivel de atención en el Hospital. “Hemos tenido casos de descompensaciones cardíacas o de crisis hipertensivas. Entonces llamamos a la ambulancia y derivamos”, detalla.

Reconocimiento

Por último, Aguirre revela que la mayor satisfacción tiene que ver con el afecto de la gente. “Tenemos muy buena relación. Se aprecia en las visitas domiciliarias. A veces para fechas especiales recibimos alguna atención. Los niños me traen sus fotos, ahora estoy armando un mural”.

“La gente es como el termómetro de cómo uno está trabajando. Estamos bien, venimos con gusto al trabajo”, resume.

Atención gratuita

Tanto la atención como el expendio de medicamentos son gratuitos. Quien puede y desea puede entregar una colaboración.