Los virus transmitidos por mosquitos están emergiendo en América. Al histórico dengue, en los últimos años se han sumado el zika y la chikunguña, dos patógenos que antes estaban restringidos sólo a África. A ese listado ahora hay que sumar el virus Madariaga.

Investigadores del Instituto de Virología J. M. Vanella de la Universidad Nacional de Córdoba (Inviv, UNC) y del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) detectaron su presencia en mosquitos capturados en el Chaco.

“El virus Madariaga causa enfermedad en equinos y es de baja patogenicidad para humanos, pero en 2010 provocó un brote humano en Panamá con 13 casos”, cuenta Marta Contigiani, integrante del laboratorio de la UNC. También fue aislado en 2015 y 2016 en muestras humanas en Haití.

La experta viróloga explica que desde 1988 que no suceden casos de infección en caballos en Argentina. “En otras provincias del centro del país, estudios serológicos no han detectado infección por este virus. Hay una vacuna para equinos que ya no es obligatoria su aplicación”, dice.

Sin embargo, advierte que el cambio climático global (incluida la deforestación en Amazonia) influye en la distribución geográfica y emergencia de enfermedades ya que ofrece nuevos ambientes favorables para el desarrollo de los vectores y favorece el desarrollo del ciclo.

“A ello debemos agregar los cambios a nivel genético que se observan en estos virus”, destaca.

Emergencia

Desde hace tiempo, los expertos vienen alertando sobre la emergencia y reemergencia de arbovirus, patógenos transmitidos por insectos.

“El virus del Oeste del Nilo rápidamente invadió América del Norte y ya se han encontrado casos en América Central y del Sur. También el Mayaro y el virus de la encefalitis equina del este han aumentado su actividad y se han encontrado en nuevas regiones”, señalaba Raquel Gleiser, investigadora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la UNC (Imbiv) en un artículo publicado en 2017 en el Journal of Medical Entomology.

El virus Madariaga es una cepa de la encefalitis equina del este que no tardó en detectarse en Argentina.

Contigiani no descarta la posibilidad de que una variante viral con mayor capacidad de propagación y la proliferación de vectores competentes y condiciones ambientales propicias puedan provocar un brote en la región.

Sin embargo, entiende que, hoy por hoy, la señal de alerta del virus Madariaga no está al mismo nivel que el chikunguña a pesar de que son de la misma familia (Togaviridae).

“Por el momento, su comportamiento epidemiológico es diferente. Chikunguña tiene como vector al mosquito Aedes aegypti, en cambio en el virus de Madariaga el vector es el género Culex”, detalla.

Fuente: La Voz del Interior