Una denuncia de autoridades del Centro Educativo Fray Venancio Taborda, en la zona rural de Tío Pujio, terminó con un hombre detenido por maltrato infantil contra un menor de 7 años. 

Tras la alerta presentada por la escuela, la Policía llegó hasta una propiedad en la que descubrió que un hombre mantenía atado a una silla a un niño, al que además le habría provocado lesiones.

El hombre, que sería el padrastro del niño, fue visto por los policías a través de una ventana cuando, presuroso, intentaba desatar al chico para no ser descubierto por las autoridades. El detenido tiene 29 años y tiene domicilio en la zona rural de Tío Pujio.

La fiscalía de Instrucción de Tercer Turno, dirigida por René Bosio ordenó detener e imputar al hombre por supuesto autor de lesiones leves y privación ilegítima de la libertad.

Este caso, encuadrado como posible maltrato infantil de un menor de edad, quedó expuesto cuando el niño llegó el lunes 12 a su escuela con una lesión visible en su cabeza. Al preguntarle qué le había pasado, el chico dijo que lo habían golpeado con un secapiso, según se menciona en la denuncia.

Lesiones previas

La situación alertó a las autoridades educativas, teniendo en cuenta que en otra oportunidad había llegado con el labio superior cortado, aunque esa vez dijo que había sido consecuencia de un juego con su hermano.

Esta vez, la escuela decidió dar participación a la Justicia, y el fiscal Bosio, interviniente en el caso, ordenó el allanamiento del domicilio del chico a los fines de buscar el elemento con el que lo habrían golpeado, al tiempo que se pensaba desde un principio trasladar a los menores que residen en el lugar para ser revisados por el médico policial a los fines de constatar posibles lesiones.

Una vez en el lugar y desde antes de ingresar a la vivienda, los policías se dieron con la sorpresa, al ver a través de una ventana, que había un niño sentado en una silla y atado a ella.

Junto al pequeño, un hombre estaba intentando desatarlo de prisa, como queriendo evitar quedar expuesto ante el personal policial.

Frente a este cuadro, se procedió de inmediato a la aprehensión del hombre, quien sería el padrastro del niño.

Al mismo tiempo, se dio intervención a Senaf para el resguardo de los menores que residían en el lugar, que en total son tres.

En un primer examen médico, el niño de siete años que fue encontrado atado presentó “una herida contusa en cuero cabelludo y dos lesiones equimóticas en cara externa de brazo izquierdo”, teniendo marcas compatibles con lesiones producidas por ataduras con cables o sogas, y también por golpes.

Fuente: La Voz del Interior