Sentencias a la carta: el juez Claudio Mazuqui se convirtió en cartero para informar una adopción

Una noticia muy importante y decisiva para la vida de una niña de seis años fue comunicada de una forma muy particular por el juez de Control, Niñez, Juvenil y de Faltas en Huinca Renancó, el sanfrancisqueño Claudio Mazuqui. El funcionario judicial tomó la decisión de disfrazarse de cartero para informar a la pequeña de esta adopción plena, que significará un cambio fundamental en su vida. 

El video que se grabó en ese momento se popularizó y Mazuqui habló de ello con El Periódico: “Teníamos que notificar una sentencia de adopción a una nena de 6 años, e intentamos hacer algo diferente. Lo importante aquí es la comunicación para una niña de una decisión muy importante en su vida como es la adopción”.

Además, destacó que el caso lo conecta con su historia personal, ya que su hogar familiar en San Francisco fue la casa de tránsito para varios niños que necesitaban contención. 

El juez hace tiempo se hizo conocido porque eligió notificar una sentencia de adopción a una niña no en persona sino por medio de un cuento mágico. El funcionario entiende que comunicar de forma más empática estas decisiones no debe ser un hecho aislado y ahora volvió a trascender por un episodio similar.

Un expediente, una historia

Por diferentes cuestiones procesales la causa ya iniciada recayó en el Juzgado de Mazuqui hace un tiempo y el funcionario subrayó que no fue tarea fácil avanzar hasta formalizar la adopción, y que implicó un arduo trabajo con su equipo.

“En esta causa hicimos muchas audiencias. Para ella yo no soy juez, soy Claudio, el juez. Por eso para conocerla aprendimos muchas cosas como baile, hicimos coreografías, escribimos y así logramos comunicarnos con ella”, aseguró.

Se trató de una tarea compartida con quienes trabajan en el Juzgado y a los que Mazuqui llama “gladiadores”. Ello son Liliana Ghiglione de Córdoba, Belén Muñoz, Laura Gastaldo, Melina Lucena Vidoret, Marcos Scrimaglia y Diego Bono.

“Con el equipo nos ocupamos de saber qué personaje, color o actividad les gusta a los niños. En este último caso la nena me esperaba, pero cuando salieron creía que iría Papá Noel y no se imaginó eso”, recordó.

Desde la cuna

Al reflexionar sobre las motivaciones personales para desarrollar de esta manera su trabajo, el magistrado contó que lo remite a su historia familiar en San Francisco.

“Durante muchos años fuimos hogar de tránsito, crecí con la visión de que pasaron muchos niños por casa. Sé lo que sienten cuando salen de una familia o vivienda y entran en esta etapa de adopción y también sé lo que pasa con una familia adoptante”, dijo emocionado.

Los recuerdos de esa niñez lo inclinaron a observar este tipo de situaciones de otra manera, aunque recalcó: “Nosotros no romantizamos las acciones. Solo queremos que un minuto de su vida, una partecita, sea diferente, es decir el momento en que los notificamos de la sentencia”.

No todos son virales

La primera acción de este tipo fue cuando una Minnie Mouse le dio la noticia de la adopción a una niña. Ese hecho estuvo inspirado en el “Cuento de hadas”.

Otro hecho sobresaliente fue cuando acondicionó su oficina con los colores de Boca, a pesar de su fanatismo por River. En su oficina había globos amarillos y azules, guirnaldas y un afiche con el nombre del nene de 11 años que recibió la grata noticia.

“Hubo otras sentencias más que no se viralizaron porque estas ‘son sentencias notificadas a la carta’. Hace unos meses, después de cumplir lo formal, hicimos que vaya su referente afectivo a notificar a otra niña porque creímos que había que preservar la intimidad teniendo en cuenta el caso”, explicó.

Disfrazado de cartero recibió un gran abrazo por parte de la nena que fue adoptada y ese gesto lo conmovió profundamente, tanto que sostuvo: “Simboliza la relación que tengo con esta niña y la familia hace tiempo”.