En la siesta de este jueves, una multitud se congregó en la puerta del IPEM 278 Malvinas Argentinas, al que asistía Joaquín Sperani, para acompañar a su familia en el reclamo de justicia y colocar flores y prender velas en memoria del joven.

La movilización fue convocada por la misma familia horas antes.

En el frente de la movilización, la familia sostenía una bandera con la inscripción "Justicia por Joaquín. Que pague el culpable".

"La última vez que se lo vio fue en la puerta de la escuela, en este horario", dijo la madre de Joaquín, ante algunos periodistas presentes. A continuación, cuestionó a las autoridades del establecimiento educativo: "No saben si entró o no. Hay compañeros y profesores que declararon y lo sitúan adentro de la escuela", expresó.

"Hoy no es una marcha, es una unión simbólica en el ultimo horario que se lo vio y silenciosa, como el silencio que tuvieron de no avisarme de que mi hijo no estaba en clase", agregó enfática la mujer, quien exhortó a la comunidad a tomar conciencia sobre este tipo de situaciones y demandó que "los docentes sean responsables cuando dejamos a un chico en la escuela" y que ayuden a saber qué pasó con su hijo.

"Pido justicia por mi hijo. Esto que estoy haciendo es para defender también a los chicos que están en la escuela. Hay que aprender ser más empáticos. Le agradezco a la gente que me acompaña, me da fuerzas para seguir buscando", manifestó.

Respecto de la investigación en marcha, la mujer cuestionó la mirada de la Fiscalía y aseguró que hay pruebas de que su hijo sufría bullying. "Se hicieron actas con nombre y número de documento", indicó y aseguró que en las reuniones que sobre este tema se realizaron en la escuela participaron cuatro o cinco personas más, que podrían testificar.

"Cuando tenga la justicia, ahí me pondré en una cama a llorar a gritar y zapatear por no tenerlo. Hoy estoy fuerte por él", concluyó la mujer, visiblemente conmovida.