Una enfermera que salía de trabajar del Hospital Iturraspe en la noche del martes, vivió momentos de zozobra al ser perseguida por un solitario delincuente en una moto que intentó robarle, pero por fortuna un vecino y luego los recolectores de basura salieron en su auxilio.

Gabriela relató a El Periódico la horrible experiencia que le tocó vivir cuando intentaba regresar a si casa tras una ardua jornada laboral. “Salí del Hospital a las 22 horas, agarré por 1 de Mayo y luego cuando doblo por López y Planes se me acercó una moto, se me fue cruzando hasta que me agarró de un brazo y me mostró un revólver, me dijo: ‘Pará o te bajo a los tiros’”.

La mujer aseguró que intentó acelerar con su moto pero el ladrón le colocó el arma a la altura de las costillas, por fortuna para la víctima un hombre, que también regresaba a su casa del trabajo, observó la situación y comenzó a gritar: “Le quieren robar, tiene un arma, llamen a la Policía”.

Esto puso en duda al delincuente que decidió escapar en su moto estilo Dax negra a la altura de calle Corrientes.

Gentilmente el hombre quiso acompañar a la mujer hasta su casa pero la mujer se negó creyendo que el peligro había pasado.

Seguía en el sector

Sin embargo, la mujer realizó un par de cuadras más y se topó con el frustrado ladrón que seguía deambulando por el sector, buscando una presa para cometer su robo. Desesperada la mujer vio la luz del camión recolector de basura, aceleró y se pegó a los chicos recolectores a los que les contó la situación.

El ladrón también advirtió que la mujer que se encontraba nuevamente protegida por lo que siguió de largo, mientras que los jóvenes de la empresa Ashira llamaron a la Policía. Personal del grupo Eter que pasaba por el lugar asistió a la mujer y mientras agentes del CAP llegaron para recorrer la zona, los primeros la acompañaron hasta su hogar.

“Gracias a Dios que se cruzó este hombre –cuyo nombre sería Eduardo Bogao- y después pude encontrarme con los recolectores de basura porque no sé si este ladrón habrá tenido el arma cargada o no, si me hubiese disparado o me hubiese ido hecho caer. La cuestión es que uno no puede salir de trabajar para volver a su casa tranquila que pasan estas cosas”, se lamentó Gabriela.